Me hundí en el asiento trasero, y las lagrimas del dolor y sufrimiento no tardaron en salir de mis ojos, no podía creer que mi madre me había vendido como un maldito objeto solo por una noche, las palabras del aquel hombre giraban en mi cabeza “Y si te atreves a escapar o a desobedecerme, él pagará las consecuencias” el miedo se apodero de mi, tenía miedo que algo le llegara a pasar a Tyler y no me lo perdonaría nunca más en mi vida.
Quería sacar mis miedos de mi cabeza, quería terminar con este juego de verdece para complacer a otra persona, levante la vista hacia la ventanilla puede ver que estábamos en la zona donde Vivian lo que tenían mas dinero “La zona Próvida” para mi barrio, varias mansiones o mejor llamarlos castillos pasaron por mi vista. Hasta que el auto freno en una mansión con un frente increíble con fuentes de agua y un jardín a la vista espectacular, su frente estaba pintado de un color champan haciendo juego unas torres de ladrillos.
-Hemos llegado señorita- dijo el chofer abriendo mi puerta
-Gracias- dije bajándome del auto
Camine unos pasos hasta el mismo hombre que estaba en mi casa me agarra del brazo bruscamente.
-Mira niña-dijo entrando al hermoso living de la casa con paredes color crema- Pague mucho dinero por ti, así que vas a respetar mis reglas si no tu querido hermano sufrirá la consecuencias.-
-¿Cuáles son sus reglas?-pregunte con la cabeza agacha.
-Regla numero 1: Jamás se separa de mi hijo, pase lo que pase.-dijo serio- Regla numero dos: No hablara con nadie, y si alguno de los amigos de mi hijo se llega a enterar que eres una puta estas muerta niña- mis manos empezaron a temblar el se acerco mas a mí y me susurro al oído- Regla numero 3: si mi hijo quiere tener sexo con vos o besarte no tienes prohibírselo vas a hacer todo lo que él te pida, ¿Entendido?- pregunto agarrándome del brazo
-Si- dije en susurro.
-María lleva a esta joven a su habitación- dijo el
Una mujer de temprana edad apareció corriendo y me agarro de la mano dulcemente subimos las escaleras y entramos a una habitación mas grande que mi living.
-Esta será su habitación señorita-dijo la mujer- en el vestidor esta su vestido y zapatos y algunos accesorios ahí está el baño- señalando una puerta- y aquí está el maquillaje- señalo una caja que estaba arriba de la cama- prepárese que el señor Alex en una hora la pasa a buscar, quédese tranquila todo estará bien.-dijo la señora con una sonrisa.
-Gracias- dije devolviendo la sonrisa y esta desapareció de la habitación
Cerré la puerta y me quede mirando la habitación como si fuera una de ls 7 maravillas del mundo, y creo que era de unas porque jamás había visto una habitación así. Camine hacia al baño y pude ver todo mi maquillaje corrido lo mejor que pude hacer es tomarme una ducha me despoje de mi ropa y abrí el grifo al sentir el agua caliente con mi piel sentí una paz en mi cuerpo, no tenía tiempo así que solo me tome una ducha rápida, me seque con unas toallas que había en un estante y camine hacia el armario.
Al abrirlo encontré a un hermoso vestido de lentejuelas ajustado al cuerpo color azul marino con unos zapatos de gamuza altos del mismo color, en el fondo de este armario había una cajita de una marca de lencería lo abrí y me encontré con un hermoso conjunto de encaje negro.
Me seque, y me coloque el conjunto y el vestido y me quedaba pintado jamás me había probado un vestido como estos, agarre la caja de maquillaje delinee mis ojos tape mis pocas ojeras con sombra y me coloque un poco de brillo en mis labios. Mi pelo lo deje suelto con las ondas que siempre se me hacían cada vez que salía de la ducha. El reloj marcaba las 9 coloque mis zapatos y me quede esperando sentada en la cama.
Había pasado cinco minutos de las nueve y tocan mi puerta la abro y era María diciendo que el señor me esperaba abajo. Cerré la puerta de la habitación y baje tras María y me encontré con un apuesto chico rubia de ojos claro alto igual que al padre.
Al verme bajar una sonrisa se le formo al rostro y algo le susurro al oído de su padre al cual este salto una carcajada mi cara era seria no le respondí su sonrisa me daba asco como persona que tenía que comprar a una mujer; El chico salió por la puerta principal y yo me quede ahí parada en el medio de living mientras que el hombre que me compro me observa.
-Hermosa igual que tu madre- dijo mirándome- El auto está afuera espero no tener problemas niña, si no ya sabes las consecuencias.
Salí por la puerta y vi a una Ferrari color roja, mis ojos al ver ese auto quedaron luminosos.
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Mi vida es un giro de 360º- Justin Bieber Y Tu
RomanceCuando menos te lo esperas las cosas cambian, tu vida cambia.