Después de estar un buen rato sentada afuera del salón, por fin suena el timbre, y a su vez se abre la puerta. Me paro rápidamente para atrapar a los chicos por los cuales me habían sacado de clase. Al ver que los dos salen hablando y riendo los cojo del brazo con todas mis fuerzas, jalandolos hacia mi. Al ver sus caras desconcertadas, por unos segundos, no pude evitar reír.
-Ustedes, ustedes me deben una muy grande-.
Digo mirándolos con una mirada retadora. Al detallar los ojos azules de uno de los chicos sin querer se me sale una sonrisa, una que ellos no notan o no le dan importancia. Para evitar otra estupida sonrisa miro al otro chico, y me centro en su cabello castaño y ojos cafes.
-Yo tengo algo muy grande que podría darte-.
Dice el chico de pelo castaño oscuro acercándose a mi, me pone en una posición en la que me siento acorralada. El otro chico solo ríe. Bruscamente empujo con mi mano su pecho hacia atrás y salgo de allí triunfante.
Mi reloj me confirma que es la hora del almuerzo y que debo nuevamente pasar por una odisea para encontrar el comedor. ¿Donde estarán Brook, Emily y Dan? Ninguna llegó a clase.
Me alegro al por fin ver el gran comedor. Al entrar noto que las tres chicas están sentadas en una mesa comiendo, me alivio. Corro hacia ellas.
-Chicas ¿Porque no fueron a matemáticas?-.
Pregunto mientras me siento en la mesa.Con obviamente algo de incomodidad ante la presencia de Brook.
-Tenemos diferentes clases tonta-.
Dice con una pequeña risa Daniella.
Asiento con la cabeza.
-Termine con él-.
Por fin, dice Brook desolada mirando hacia abajo, ya me parecía extraño que no hablase en estos segundos en los que me había sentado. Todas nos sorprendimos.
-¡SI PERRAS!-.
Grita Dan, ganándose las miradas de todo el comedor, al notarlo, suelta una carcajada, seguida de nuestras risas.
-Te felicito-.
Dice sonriendo dulcemente Em.
Es mi turno, tengo que decirle algo, pero no me salen las palabras, entonces de pronto no soporto más la presión y fuera de mi repito lo que he estado repitiendo por tanto tiempo en mi cabeza, pero esta vez en voz alta.
-Lo siento-.
Digo casi en un susurro, mis ojos se llenan de lágrimas haciéndome ver todo borroso por unos segundos. Para evitar un drama en la mesa me paro de esta, sin ir a un destino específico.
Noto que alguna se para y me sigue, pero no me molesto en ver quien es. Una mano fría me toca el hombro frenandome.Volteo y es Brook. Ella con a también lágrimas en sus ojos me abraza.
-No es tu culpa, tu no tenías idea, fui una tonta, perdóname-.
-No, tu perdóname-.
Nos separamos.
-¿Pasado pisado?-.
Dentro de mi reí por la estúpida expresión, pero al menos por fin Brook me había perdonado.
Así que asentí con la cabeza. Ella sonrió y me hizo una seña que me hizo saber que debíamos volver al comedor.
-Siempre supe que era un idiota, solo no quería verlo, no quería decirlo en voz alta, sabía que me engañaba, lo había hecho antes con varias de las chicas de mi equipo de porristas, cada vez que oía un rumor aunque lo sentía como una apuñalada lo ignoraba. El me llamaba a las tres de la mañana y me decía que no le hiciera caso a los rumores y aunque me engañaba a mi misma y a los demás siempre muy dentro de mi sabía la verdad, al principio me despertaban sus llamadas y por más sueño que tuviese, por más que al día siguiente debiese levantarme temprano a entrenar para el equipo, le contestaba, después se volvió una rutina, cada vez que circulaba un rumor el no me hablaba en todo el día, pero me llamaba en la madrugada, después de un tiempo, simplemente me quedaba despierta toda la noche a esperar su llamada, en la cual iba a desmentir el rumor en el que estaba involucrado, con mentiras y excusas estúpidas. Mis amigas decían que el no me hablaba en todo el día para pensar en que decirme por la noche, pero nunca lo crei, simplemente lo ignoraba porque una simple razón, lo amo-.
Al oír este "monólogo" de Brook sentí lástima por ella, pero al mismo tiempo me sentía feliz por ella, pues al menos se había enamorado alguna vez en su vida. Yo aunque había sentido vagos sentimientos por chicos, jamás había llegado a sentir eso tan extraño que llaman amor, eso que se dice ser tan indescriptible, jamás lo había sentido, cuando era pequeña inventaba que estaba enamorada de cualquier chico y en varios casos pensé en la posibilidad de ser lesbiana, pero mi búsqueda por el amor tubo mala suerte. Hasta el día de hoy no he encontrado a nadie que me haga sentir así, que me haga hacer alguna locura por amor, alguna estupidez, y de tanto buscar lamento decir que me he rendido, tal vez esto no es para mí.
Después de hablar con Brook unos minutos más del tema y del dinero que Nate me había robado, al fin regresamos al comedor.
-Adivina quien te está buscando-.
Dice irónicamente Dan, dirigiéndose a Brook. Esta abre los ojos.
-Si, el paso por aquí, a disculparse con nosotras, haciendo su estúpida y asquerosa voz seductora. Le dije que si se nos acercaba iba a volverle a romper la nariz.-
Dice Dan, casi como si le hubiese leído la mente a Brook.
Las cuatro reímos sin parar. Durante los próximos 10 minutos que estuvimos allí, lo único que hicimos fue tirarle insultos a Nate, diciendo lo cobarde que era, con diferentes chistes y recordando todas las veces que otros chicos que le habían partido la cara, al parecer Nate, era un tanto problemático y aunque ningún profesor se metia con el gracias al poder que tenían sus padres, tenía muchos enemigos que estaban dispuestos a noquearlo y que porsupuesto ya lo habían hecho. Tras oír tantas cosas de este repugnante chico con el que me había llegado a besar sentí algo de náuseas y desesperadas ganas de lavarme la boca, pero por fin estaba empezando a sentir que tenía amigas, unas reales.
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Holaa otra vez pequeños, como se darán cuenta cumplí mi promesa de subir capítulo hoy, voy a tratar de publicar a diario, espero que les guste, tengo muchas ideas en mente..
Byee
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ESTÚPIDO AMOR
Teen Fiction> Ella un amor....Él un engaño Ella lo quería....Él se reía Ella lo amaba....Él se burlaba Ella se cansó.....Él se enamoró April Grace, una chica de 16 años, sarcástica, astuta y algo pervertida, se a prometido jamás enamorarse. Pero tras los er...