¡¿10 miniutos en el paraíso?!

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Inmediatamente la maestra entro y empezó a gritarnos en un idioma que no identificaba. No pude aguantar la risa.

-Levántate-.
Susurro Philip riendo.

La verdad no tenía idea de como pararme y tampoco de como llegue a esa posición. Y ya empezaba a dolerme la barriga de tanto reír. La maestra me agarro con todas sus fuerzas por el brazo levantándome rápidamente, como si fuese una muñeca de trapo. Mi cabello estaba lleno de pintura y mis medias blancas tenían también varios colores primarios.

Todos los chicos al oír el escándalo, intentaban mirar, amontonados en la puerta de la pequeña habitación. Philip se paró rápidamente adolorido.

-Vayan los dos con el director-.
Dice la maestra tratando de relajarse.

Así que Philip y yo caminamos hacia afuera, atravesando a los chicos que se apartaban de la puerta para dejarnos salir, note como Philip era felicitado por algunos chicos. Esto no era buena señal. Al salir por fin del salón. Volvimos a soltar carcajadas y hablamos de lo graciosa que había sido mi caída. Sacó su celular del bolsillo para cerciorarse que la pantalla de este no estuviese rota.
Sonreímos al ver que estaba en perfecto estado. Al caminar por los pasillos todos los chicos nos miraban, algunas chicas me fulminaban con la mirada, otras se sorprendían, algunas se decían secretos y otras miraban y chateaban silenciosas.

Por fin nos encontrabamos frente a la oficina del director y esperamos allí unos segundos hasta ser atendidos. Al entrar a la ordenada oficina Philip se sentó en una de las sillas que estaban frente al pupitre del director, quien estaba sentado, era un hombre de color, que por alguna razón me recuerda a Obama, pero con un rostro serio y una mirada algo penetrante. Preferí quedarme parada para no manchar de pintura las sillas.

-Siéntate en mis piernas, no me molesta ensuciarme los pantalones-.
Dice Philip con un tono pervertido.
Río al entender el doble sentido de la frase.

-Cállense-.
Dice cortante "Obama".

-¿Ahora que hizo señor Jones?-.

-Caí sobre pinturas, un accidente-.

-Debe dejar de tener accidentes, este año han sido suficientes.-

-Señor, fue mi culpa, yo provoque todo esto-.
Digo rápidamente.

-¿Y usted es?-.

-April Grace-.
El director asiente con la cabeza.

-Tendré que hablar con sus padres-.
Dice poniéndose unas gafas con un gran aumento.

-No, porfavor haré lo que sea-.
Digo arrodillandome. Philip sonríe al verme suplicar.

-¿Esta segura?-.
Dice levantando sus gafas. Asiento rápidamente con la cabeza, me paro y acomodo mi falda, estaba algo arrugada.

-Tendrán que quedarse a detención durante las próximas dos semanas, el viernes por la noche.-

-¿QUE?-.
Grita Philip.

-Esta bien-.
Digo apresurada. Todo sea por que mamá no se entere. Philip me fulmina con la mirada.

-Pueden marcharse, espero no volverlos a ver aquí, en especial a ti Jones-.
Philip se para y sale, yo voy tras él.

-Tonta-.
Me dice con una sonrisa.

-Estúpido-.
Le contesto alejándome, para ir a mi habitación y sí, volverme a bañar, o al menos quitarme esta molesta pintura que empezaba secarse.

Al llegar, saco las llaves y abro la puerta. Por fin, habían acabado las clases, definitivamente un largo día.
Al entrar, cierro la puerta. Dan estaba jugando vídeo juegos, y Brook estaba chateando sobre su cama, al verme corrió hacia mi.

ESTÚPIDO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora