Suena el timbre que de inmediato me confirma que a llegado la hora de la última clase del día, el cual trae consigo un alivio súbito. Al menos es arte. Sin pensar dos veces en los materiales que debo que llevar para la materia, pongo como prioridad no llegar tarde y sin molestarme en secarme el cabello, corro a fuera de la habitación. En los pasillos veo a una chica peliroja y algo distraída, freno inesperadamente haciendo que se asuste un poco y me mire extraño. Le pregunto rápidamente donde se encuentra el salón y sigo corriendo, subo las escaleras como la chica me lo indico y por fin llego.
Toco la puerta con la esperanza de no haber llegado tarde como había sido de costumbre en todo el transcurso del día. Espero unos segundos, por fin abre la puerta una mujer algo joven, con aspecto extranjero y un extraño olor a cereal, todo indicaba que era la profesora, y con una cara de mala muerte me dejó entrar. Todo el salón estaba hablando en voz baja así que se escuchaba un molesto eco de voces, todos niños ricos y mimados hijos de Papi, apesar del uniforme aún se veian a kilómetros las malas vibras de algunas chicos, junto a la bodega de pinturas estaba un grupo de chicas hablando y riendo de temas bastante predecibles, en el costado de la derecha logré notar como un chico le acariciaba la desnuda pierna a una chica morena. Tras esta observación, seguí caminando y sin mirar bien junto a quien me había sentado y nuevamente undida en mis pensamientos escogí la silla más próxima a la ventana, la cual siempre es mi mejor elección, pues mirar a la ventana siempre ha sido una gran cura al aburrimiento.
-¡SILENCIO!-.
Grita la extraña extranjera que tenía como maestra de arte.Todos callan de inmediato, el molesto eco desaparece. Los chicos que estaban algo inclinados hacia otros pupitres para darse una mayor comodidad al hablar he interrumpir la clase, rápidamente se enderezaron, aquellos que estaban dormidos se levantaron, los que miraban sus celulares los apagaron con rapidez. Y por último mi misterioso compañero se enderezó en su silla mostrándome su identidad.
Es el chico de los ojos azules. Pude notar entonces su perfecto perfil, el aún no me había notado. Su cabello era algo castaño claro y tenía la sombra de una barba la cual estaba bien cuidada y por supuesto afeitada a diario, su corbata estaba bien apretada con un perfecto nudo, y su sonrisa era perfectamente blanca, sus ojos estaban decorados por largas pestañas junto con gruesas cejas sin hablar de su profundo tono azul. Si quiera había volteado a verme, pese a que estaba junto a él , en el mismo pupitre, así que volteo los ojos poniéndolos como plato. Y regreso la mirada hacia él, jamás lo había tenido tan cerca.
-¿Otra vez tu?-.
Le digo con desagrado. Inmediatamente voltea a verme, sonríe. Por alguna razón mis labios sonríen involuntariamente, arruinando mi papel de molestia hacia él.
-Todavía me duele-.
Dijo mirándose el pantalón, así que reí al recordar lo sucedido en la mañana cuando trotabamos.
-Eso te lo merecías, y aún debes decirme quién me dio la nalgada porque ese si que no se salva-.
Dije molesta.
-Eso es confidencial-.
Dijo mirando hacia la izquierda.
Antes de que pudiese responder la maestra interrumpe.
-El día de hoy tendrán que hacer un retrato de su compañero, retratar sus facciones usando las diferentes técnicas claro oscuro que han aprendido el año pasado...
primero empezaremos con un boceto, por favor pónganse serios, y si alguno está solo tendrá que hacer un autorretrato-.
Dijo apasionadamente la maestra, pidiendo en los pupitres una hoja de cartulina.
-No creeras que voy a pintarte-.
Dije riendo.
-Yo lo único que se pintar son perros-.
Dice el chico. Suelto una carcajada.
La maestra pone la cartulina sobre nuestro pupitre.
-Pongan sus nombre aquí-.
Dice fríamente señalando un extremo del papel. El chico escribe Philip C.
-¿Como te llamas?-.
-April Grace-.
El chico lo escribe silencioso.
-¿Quieres ver uno?-.
Dice Philip agarrando la hoja.
-¿un que?-.
-Un perrito-.
Sin dejar que respondiese, con lápiz en mano dibujo un horrible garabato, con patas apenas visibles y cuerpo gordo, con un extraño parentesco a un cerdo.
-Se parece a ti-.
Digo sin parar de reír.
-No, se parece a ti, no vez que esté ya es el retrato final-.
Dice seriamente.
-Cuidado, que no sabes con quién te metes-.
Dije agarrando su corbata y a su vez acercándome a su rostro, inmediatamente sentí su colonia, era diferente, al menos podría distinguirlo, sentí la necesidad de soltar la corbata, pues su colonia en segundos se volvió mi debilidad. El chico sonríe, así que lo empujo con la mano derecha y suelto la Corbata algo aliviada.
-Vamos, tendré que dibujarte-.
Dice tomandome por el brazo y llevándome hacia la ventana.
-Recuesta tu cabeza sobre el marco de la ventana, no te muevas y no sonrías-.
Yo asiento con la cabeza, él comienza a dibujarme, o eso parece por el movimiento del lápiz.
-Y dime, ¿Ya te besaste con alguien del campus?-.
Dice concentrando. Yo sonrió.
-¿Sabes que paso con Nate y Brook?-.
Habla nuevamente.
-¿Esto es un interrogatorio?-.
Digo sonriendo.
-¿Los conoces?-.
Pregunto algo extrañada.
-¿Esto es un interrogatorio?-.
Contesta Nate.
-Esta bien-.
Digo cerrando la boca durante unos segundos.
-Conozco a Nate, se quien es Brook, también se que eres su amiga y por supuesto que termino con Nate-.
-Vaya, tenemos un stalker en el campus, quien lo diría.-
Digo cruzando los brazos.
-Nate nunca admitirá que perdió a Brook, es demasiado orgulloso para eso, y muchas personas me han dicho que si quiero saber algo siempre pregunté a su mejor amiga-.
Dijo aún concentrado en el dibujo que estaba haciendo.
-No soy su mejor amiga-.
-Inclina tu cabeza hacia la derecha-.
Me ordeno. Yo lo hice.
-¿Sabes que tendrás que trapiar el suelo al final de clase?-.
Dijo el chico mirando al suelo. Mire rápidamente, mi cabello como era de costumbre había creado un gran desastre al estar mojado, pues el exceso de agua había creado un charco, formado por pequeñas gotitas que habían caído de las puntas de mi cabello.
-Ire a quitarle el exceso de agua-.
Dije angustiada.
-¡No te muevas!-.
Interrumpió, dejo el cuaderno sobre una mesa y se marchó rápidamente.
Al cabo de unos minutos volvió con un pañuelo, y empezó a secar las puntas de mi cabello, nuevamente sentí su colonia pero esta vez acompañada de su respiración. Me miro y sonrió. Retrocedió unos pasos y siguío con su labor de retratarme.
-Entonces, ¿vas a contarme lo que sucedió?-.
Volvió a preguntarme.
Puse los ojos en blanco.
-¡Vas a volverme loca!-.
-Pero si tú ya estás loca por mi-.
Rápidamente agarre un pincel manchado de azul como arma, este se encontraba en el pupitre de la derecha. Me acerque al chico con el pincel en mano como si fuese un cuchillo.
-¿Perdón que has dicho?-.
-Que se te nota a millas que estás loca por mi-.
Al acercarme tanto a él, solo tuve que bajar la mirada para notar, nuestro trabajo de arte, si, aquel por el cual había estado casi una hora parada posando para que Philip me dibujase. Eran garabatos de un niño de 7 años aburrido, ni siquiera tenían la forma de un rostro o algún vago intento.
-¡AHORA SI VOY A MATARTE!-.
Por fin chille. Philip sonrió y se hecho a correr. No dude en perseguirlo.Para escapar entra a la bodega de pinturas, lo sigo ágilmente, al entrar me tropiezo con un balde de pintura callendo sobre el chico y como un terrible dominó las pinturas sobre nosotros. Todo el ruido que habían provocado las pinturas me había estremecido, y el impacto de la caída hacia que mi corazón latiera a mil, mi respiración se detuvo por unos segundos y sin pedirlo accidentalmente me sonroje, pues nos encontrabamos cara a cara en el suelo. Reímos sin parar. Mi uniforme recién lavado estaba lleno de diferentes tonos de violetas, y rojos. El me había salvado de la caída y yo lo había salvado de las pinturas. Rápidamente gracias al ruido que se produjo la maestra abrió la puerta observando la horrible escena.
☸☸☸☸
Hola pequeños, espero que disfruten este capítulo !!
Estaré subiendo todos los domingos. Besoss
PD: les dejare arriba una fotito de Philip...
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ESTÚPIDO AMOR
Teen Fiction> Ella un amor....Él un engaño Ella lo quería....Él se reía Ella lo amaba....Él se burlaba Ella se cansó.....Él se enamoró April Grace, una chica de 16 años, sarcástica, astuta y algo pervertida, se a prometido jamás enamorarse. Pero tras los er...