Linda y Bruno.

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La mariposa se posó en el pasto y de pronto era una chica, parecía de nuestra edad, masomenos.

—¿Qué hacen aquí?—Pregunto acercándose.

—Solo.. Estamos buscando el bosque de las hadas —hable algo nervioso, esa chica olía muy raro.

Cornee golpeó con su codo mi brazo y me miro molesta.

—¡Si!, está cerca de aquí, ¿quieren que los acompañemos?

—¡No!—respondió cornee al instante.

—¡Si!—hable al unísono de ella.

Ambos nos miramos.

—¿Acompañemos?—le pregunte ya que solo era ella.

—Si, Bruno —se dibujó una sonrisa en su rostro.

—¿Bruno? —Pregunto Cornee

—Si, Ah por cierto, soy linda.

—Creída—Bufo cornelia.

—¡Disculpala!, no es ella... En su totalidad —Justifique su respuesta.

Linda me miro confundida.—¿Cómo que no es ella?

Tome una bocanada de aire y comencé a contarle la larga historia

Ella me miro confundido y al instante un muchacho estaba enfrente de ella con los brazos abiertos.

—No dejaré que ella le haga daño.

—¿Qué eres?—Dije enojado.

—No es que eres, es ¿Quién eres?—Corrigió Linda con molestia en su voz.

—Soy Bruno y no dejaré que la lastimen.

—Bruno va salvando 90 personas sin matar a nadie—Hablo muy orgullosa Linda.

— Felicidades amigo—extendí mi mano para darle un apretón a Bruno.  Él solo me miro con asco y rechazo.

—Bruno, hablamos de ser amable con las personas —lo reto Linda.

Él gruñó y con mucho esfuerzo aceptó el apretón de manos.

En todo ese tiempo Cornee estaba enfadada, por alguna razón no coherente y manejada por ese monstruo que tiene dentro.

—Vamos, los guiaremos al bosque de las hadas —Dijo Bruno molesto.  

—¡Oh! si, es estupendo —hablo entre dientes Cornee.

—¿Qué te sucede? ¡Eh !—gritó Bruno.

—¡Cálmate! —le grité, no iba a permitir que tratara mal a mi chica, menos cuando la que habla no es ella.

Bruno se puso frente a mí y podía oler las ganas de pelear que tenía.

Él comenzó a acercarse y Cornee se puso delante mío.

—Muerete Perro —gritó.

—Cornee tranquila —Acaricié su hombro.

—Bruno detente —Dijo Linda molesta. Él al igual que un perrito se detuvo y volvió con su dueña.

Este que se trae, es un histérico.

Comenzamos a adentrarnos en el bosque, este estaba repleto de árboles y pasto, no había ningún claro.

—Shh—frené a todos, algo estaba comenzando a oler mal, a muerto.

—Vampiros —hablo molesto Bruno.

—Odio los vampiros—dijeron Linda y Cornee al mismo tiempo.

—Cornee, ponte detrás mío —hable apurado.

—Creo que son cinco —olfateaba Bruno mientras abrazaba a Linda.  

Ya están cerca.

—Pero miren que ricos aperitivos que tenemos por aquí—rieron esos asquerosos y muertos vampiros.

Bruno gruño fuertemente y se paró en cuatro patas.

—Largense—utilizó un tono de voz que erizo mi piel. Abrace a Cornee.

Ella me miró extrañada.

—Tranquila, todo estará bien, no dejare que te toquen —le susurre en su oído.

Cornee me miro preocupada, creo que en vez de tranquilizarla la altere más.

Linda comenzó a gritar, uno de ellos la tenía agarrada del cabello.

Me sobresalte, nosotros eramos 2 y ellos cinco además de que nosotros estábamos preocupados en ese espíritu de bestia.

Tome a cornee del brazo la cargue sobre mi hombro y corrí para ayudar a Linda. Golpee a aquel vampiro que la tenía agarrada, linda cayó al suelo llorando y muy asustada.

—Bájame, puedo ayudar —Dijo Cornee.

Ayudar, no, y si la bestia toma el control ¿Qué haré? ¿qué haremos?

—Confía en mí —la apoye suavemente en el suelo —Tranquilo, yo tengo el control, confía en mí, por favor —tomo mi rostro con ambas manos y depositó un tierno beso sobre mis labios.

No muy convencido de eso, intente confiar en ella, se puso al lado de Linda y con magia creo un escudo para ambas, era así cómo una bola gigante, algo raro, pero sirvió, ya que el vampiro no pudo traspasarla y solo rebotó contra el. Ahora podía estar tranquilo, ahora se que ella estará bien. Con Bruno nos miramos y nos pusimos espalda con espalda.

—Tu a los de la derecha y yo a los tres de la izquierda—ordenó.

—¿Y desde cuando me mandas? —Me queje.

—¿Piedra papel o tijeras? —preguntó mientras daba un profundo suspiro.

—El mejor de uno, sin trampas, si gano me quedo con los tres de la izquierda

Mentalmente ambos dijimos piedra, papel o tijera y mostramos.

—Papel cubre piedra, gane —Dijo muy contento Bruno.

—¿Cómo el papel le puede ganar a la piedra?, no es justo —me queje.

—Se hombre y acepta que perdiste.

Sin más discursos hicimos lo que debíamos hacer, echar a patadas a eso vampiros.

Mi gato (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora