Apenas salí del edificio un montón de policias se me acercaron. Era obvio que pensaban que yo era la asesina. Uno de ellos me tomó de los hombros llevandome a un lugar para que me sentara. Sentía mi cuerpo tembrar -especialmente mis piernas-, mi mirada estaba fija en el suelo. Ya había parado de llorar pero aún así no podía pensar en algo más que no fuera lo que minutos antes había pasado.
Me senté en una pequeña banca que se encontraba por ahí. El policía se arrodilló en frente de mí.
—¿Puedes decirme tu nombre?—preguntó. Levanté la mirada hacía el rostro del hombre. Cabello castaño y ojos color miel. Tenía poco vello facial. Aproximadamente tendría unos veintisiete años.
—_____ Stone...— dije en un hilo de voz.
—¿Podrías decirme lo que ha sucedido?
—Estaba... Estaba en la habitación de una amiga— empecé bajando nuevamente la mirada—. Ella salió por un momento dejandome sola en el lugar. Poco después empecé a escuchar gritos pero no les presté atención. Luego apareció un chico enmascarados cubierto en sangre y...
—¿Te hizo daño?— interrumpió.
—No. Sólo se dirigió a la ventana y escapó. El verlo de esa forma me intrigó y salí de la habitación encontrándome con demasiados cuerpos destrozados en el suelo. A lo largo del pasillo.
—Ya veo... ¿Podrías darme más detalles de este chico?
—Tenia el cabello negro y parecía ser de tez blanca. No pude ver su rostro puesto que llevaba una máscara. Vestía una camisa azul con un broche amarillo; guantes, pantalones y zapatos negros.
—Ya veo...— dijo para si mismo incorporandose.
Las camionetas de los noticieros llegaron y empezaron a grabar. El policía también se dio cuenta de eso. Si es en vivo no dudo de que papás lleguen en menos de diez minutos, pensé. Jugaba con mis manos tratando de mantenerme calmada.
—Será mejor llamar a tus padres— habló el policía—, no creo que sea un lugar adecuado para una adolescente.
—No se preocupe, no creo que tarden en venir después de enterarse de esto.
—Deberian estar feliz de saber que su hija es la posiblemente única sobreviviente. Aunque sigue sorprendiendome que el asesino no te haya atacado.
—Pienso lo mismo...
~•~•~•~•~•~
—_____... Es hora de irnos— dijo mi madre desde la puerta de mi habitación. Miré las paredes de mi habitación. Blancas. Estaba vacía y lo único que quedaba en ella era una caja en la cual estaba sentada.
Suspire. Mis padres al darse cuenta de que la ciudad ya no era segura tomaron la decisión de mudarnos. Supongo era lo mejor ya que así podría apartarme un poco de lo que había pasado, podría comenzar de cero. Podría olvidar todo lo sucedido. ¿Por qué? Esa pregunta no dejaba de vagar en mi mente. Sabía que no era saludable el culparme sobre la muerte de Amelia, pero, si yo la hubiera detenido, si la hubiera acompañado, si hubiera tratado de convencerla de no ir a la fiesta y pasar la noche en mi casa ella no estaría muerta. Tenía mucho por vivir, ella hubiera llegado demasiado lejos, mucho más que yo. Entonces, ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que ser ella la que muriera? ¿Por qué yo no?
Las lágrimas empezaron a brotar. Rápidamente me deshice de ellas y traté de pensar en otra cosa, algo menos doloroso. Helen, pensé. No lo volví a ver desde ese día que fui a su casa. Traté muchas veces de mandarle un mensaje, pero justo en el momento en el que sólo faltaba enviar empezaba a dudar y después de todo nunca mande todas esas palabras. Sonreí. Ya no pude decirle lo que siento...
—_____— llamó nuevamente mamá.
—Ya voy...
Tomé una pequeña mochila colgandomela en el hombro y salí de habitación. Baje las escaleras y salí de la casa encontrandome con mi papá esperando recargado en el auto. Su rostro se veía cansado, tenía ojeras y se le marcaban más las arrugas que antes eran casi invisibles.
Entré al auto sin decir nada. Papá cerro la puerta y abrió la de mamá para ayudarla a subir. Recargué mi cabeza en la ventana y miré a través de ella. Iba a dejar el lugar donde me crié, el lugar donde me sentía protegida. No podía olvidar las paredes adornadas de fotografías, ahora solamente quedaban blancas, sin muestras de un color antes existente.
Papá empezó a conducir y fue hasta ese momento en el que reflexione lo que estaba dejando atras. Todo. Absolutamente todo. No pude evitar el no voltear. Todo será mejor de ahora en adelante, pensé nuevamente recargandome en la ventana y cerrando los ojos esperando que todo fuera una pesadilla de la cual pronto iba a despertar.
•••
Asdfghjk. Okey. Hace casi un año que no entraba a esta cuenta. De repente me dio un sentimiento horrible cuando vi que estos habían sidos mis pobres comienzos. Fue curioso, no pude evitar el buscar mi antigua cuenta y ver que fue de ella.
😂😂😂 No sé, estoy algo nerviosa por esto. Es la primera vez que habló por aquí, entonces me siento rara.
Hmmm... creo que esto es más que obvio, pero no seguiré con la historia. No porque no me haya gustado, porque, en realidad, le tengo mucho cariño. Sin embargo, tengo nuevos proyectos (en mi nueva cuenta); mi estilo de escritura ha mejorado; y la temática ya no es la misma. Siento que, si intentara seguir esta pobre historia, no daría el mismo resultado que mi yo del año pasado estaba buscando.
De hecho, hoy que me puse a leer lo que había escrito, me di cuenta de que había olvidado la mayoría de mi historia. Recordaba muy pocas cosas y no creo tener la suficiente motivación para seguir. Lo siento.
En general, esta cuenta ya estaba completamente abandonada, pero cuando regresé me vi con la necesidad de especificar lo que iba a suceder.
Recuerdo que ya tenía el boceto de mi historia creado, sólo faltaba narrar, pero, lamentablemente, eso no será posible.
Agradezco a aquellas personas que hayan leído al menos un pedazo de la historia, y me disculpo con aquellos que esperaron por tiempo alguna actualización. Aún así, no pienso mandar la historia a borradores.
Nuevamente, lamento no haber podido terminar este proyecto. Tal vez, algún día, lo llegue a concluir. Tal vez no lo publique, pero creo que la historia tenía potencial y no estaré tranquila hasta concluirla.
Sin más que decir, me despido oficialmente de esta obra y cuenta.
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Mi Pintor Sangriento (Bloody Painter)
FanfictionHelen Otis, un compañero que conocí en noveno grado. Al principio parecía un chico raro, pero con el paso del tiempo se volvió más abierto, al menos hacía mí. Había tantas cosas que amabamos en común: la pintura. Helen Otis, el chico que prefería pi...