Boys

162 29 28
                                    

No fue difícil convencer a Mal y a Neil de que los acompañen a Liverpool. Una vez que supieron que John estaba allí, se subieron al vehículo y casi comienzan el viaje sin esperar a los demás. 

Mal manejaba una furgoneta Volkswagen como las que solía manejar cuando los Beatles estaban de gira en sus comienzos. Era espaciosa, por lo que entraban a la perfección, y gracias a Dios no hacía el frío invernal que los muchachos debieron soportar algunas veces en los viajes. Había dos hileras de asientos traseros en una viajaban Paul, George y Ringo, y en la otra Freda y Brian; Neil iba de copiloto. 

Era de noche cuando partieron a Liverpool, tenían pensado llegar en la mañana del día siguiente. No querían apresurarse demasiado, la policía podría detenerlos. Cada uno le dijo a sus esposas lo que realmente había ocurrido y, a pesar de sus advertencias o sus "¿puedo acompañarte?", ellos se mostraron firmes en sus decisiones, diciendo que podía ser peligroso para ellas. Por lo que tuvieron que quedarse allí, de brazos cruzados y con los corazones en sus bocas esperando su regreso. 

George Martin y Derek Taylor iban a encargarse de la entrevista de Brian Epstein y la publicarían en el diario al día siguiente. Habían sentenciado que dirían que el señor Epstein tenía la intención de ir a ese viaje junto al grupo, pero que un ligero cambio de planes hizo que se desviara a visitar a unos parientes en Liverpool. Eppy prometió que, apenas llegara a su ciudad natal, hablaría con sus parientes y les contaría todo lo ocurrido para que no se preguntaran el porqué del comunicado del periódico. Pero, claro, eso iba después de rescatar a John. 

Freda se durmió en el hombro del mánager; George y Ringo no podían mantener sus ojos abiertos. Paul sacó una libreta y una pluma y comenzó a escribir una canción; los viajes le recordaban a los viejos tiempos, cuando su fama recién comenzaba y debían hacer giras por toda Inglaterra, y recordó "When I'm 64", canción que había comenzado muchos años antes y que iría perfecta para el nuevo álbum. Además, si quedaba tiempo, podría ver a su padre, al cual hacía tiempo que no veía y a quien le había dedicado la canción. 

El cielo se fue aclarando y la noche iba desapareciendo, permitiendo que algunos rayos de sol comenzaran a salir. Mal estaba bostezando cuando sintió que alguien le daba golpecitos en el brazo, llamando su atención. Cerró los ojos con fuerza para luego abrirlos y ver que Neil le preguntaba si quería que condujera. Mal Evans, en vez de responder, dio otro bostezo, dándole a entender a Aspinall que estaba exhausto. Se detuvieron para hacer el cambio, cuando Ringo se despertó.

—¿Qué pasó? ¿Ya llegamos? —les preguntó frotándose un ojo. 

—Neil va a conducir —le explicó Brian, su tono de voz indicaba que no hacía bastante tiempo que había despertado.

—Ah —exclamó Ringo, aunque sonó más como un bostezo que una exclamación, y luego volvió a dormirse.

—¿Qué hora es? —preguntó Freda al poco tiempo, luego de un bostezo.

—Creo que las seis —respondió Neil, ya en el asiento del conductor. 

—Mal, deja que yo vaya de copiloto —se ofreció Brian, al ver que su amigo no podía mantener los ojos abiertos.

—Como quieras —dijo casi en un susurro. 

Luego de cambiar de asiento, siguieron el viaje con tranquilidad. Una hora más tarde, ya estaban en Liverpool. Brian encendió la radio para que los de atrás se despertaran. Por casualidad, o destino, estaban pasando Help! en la radio. George abrió los ojos al escuchar When I was younger, so much younger than today. Codeó a Paul y golpeó suavemente a Ringo en el hombro para que despertaran.

I never needed anybody's help in any way —continuaron los tres amigos con la canción, sonriendo y recordando viejos tiempos.

But now these days are gone, I'm not so self assured —siguió Freda, riendo.

Help! Beatles al rescateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora