5.Otra broma y niñera.

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5. Otra broma y niñera.

✣✣✣

En más de una ocasión en toda mi corta vida había querido que la tierra me tragara y me escupiera cual basura en cualquier parte del planeta y ese día no era la excepción, cada momento vivido en la cárcel estaba muy presente en mi memoria.

Llegando a la estación los policías nos encerraron inmediatamente junto con otras personas que también estaban esperando que alguien llegara y les pagara su fianza. A mi pobre alma le tocó con un Taylor que estaba fuera de sus casillas que comenzaba a reír de cualquier mierda para después vomitar sobre mis botas. Casi lo mando a visitar a nuestros ancestros de no ser por los policías y una que otra persona que estaba en la misma celda.

Escuchaba la voz de los demás desde mi celda, los pobres estaban bien borrachos, excepto Nate que no bebió mucho, por toda la estación se escuchaban cosas como "veo un unicornio," "mi nombre no es Tom, porque yo soy Hannah Montana" después comenzó a cantar y golpear las paredes.

Como es de costumbre el oficial Peñantes, llamó a mamá para sacarnos después de cuatro horas de espera, que fueron un infierno, cuando logramos mirar su cara todos quisimos regresar a nuestras celdas.

Cuando lleguemos a casa se van a arrepentir de haber nacido― dijo mirándonos como si fuéramos desconocidos.

Sólo rezaba para que no usara la chancla.

Mis hermanos y yo estábamos en una línea recta en la sala y mamá a frente nosotros viéndonos de una forma en que si las miradas mataran nosotros ya estaríamos en nuestro patio trasero enterrados. Los padres de Nate, Annie, Scar, Emily e Anna, vinieron a recogerlos y cada uno les jalaron las orejas, excepto a Anna, a ella solo la vieron con ojos confusos.

—Me van a responder cada pregunta que les haga, ¿entendido?

Todos asentimos.

—¿Quién fue el de la idea?

—De Taylor— respondimos sin dudar.

Taylor nos fulminó con la mirada para después mirar a mamá, tragó en señal de miedo.

—Pero todos estuvieron de acuerdo, ¿no?

Asentimos sin dudar.

—Chicos, yo ya no sé qué hacer con ustedes, se lo del lema...

—Nadie nos manda— dijimos orgullosos mientras la observamos tomas asiento en el sofá.

—Sí, eso y que se aplica a toda la familia, pero es demasiado. No ha terminado el mes cuando ya fueron a prisión, den gracias a Dios que les dan fianzas, hablé con su padre y él está de acuerdo con la decisión que tomé. Tendrán una niñera.

Todos la observamos indignados por sus palabras para empezar a contradecirla, pero una sola mirada de ella y supimos que lo mejor era cerrar la boca.

Bueno, ya valimos.

(....)

Era lunes por la mañana y estaba en mi casillero con todos los chicos cuando pude mirar a los Scott a lo lejos, estos tenían una sonrisa por lo de "¿Los reyes de la fiesta? Más bien los emplumados presos."

Maldito Dave.

Los chismes corren rápido y era algo que detestaba de esa escuela, el chisme, aunque, era entretenido observar el mundo arder mientras no estés en ese alboroto.

― ¿Cómo les fue? ― pregunté mientras caminábamos.

—Castigado por dos semanas ―dijo Nate con una sonrisa en su rostro.

Nadie Nos Manda #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora