Nadie Nos Manda #1

8.Ataque por fases. Parte I

8.Ataque por fases. Parte I

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Todos estaban ansiosos por la explicación del rubio, la más pequeña de la familia tenía el ceño fruncido en señal de molestia, ese gesto era señal de que estaba perdiendo la paciencia y eso no era nada bueno.

—La verdad es que...

― ¡Ahórrate todo el dramatismo y habla de una jodida vez! ― gritó Cass.

—Hice una broma que tuvo que involucrar a los bomberos, la policía y hasta los militares. Era "cambiar" mi actitud o ir al servicio militar.

Lo observaron sin ninguna expresión en el resto, ningún miembro de la familia podía hacer una broma de tal magnitud sin toda la familia incluida, si eso llegaba a pasar tendrían que darnos el peor de los castigos.

― ¡¿Qué demonios tienes en la cabeza Chad?! —dijo Taylor alterado.

― ¿En qué consistía tú broma? ―pregunté mientras los demás preguntaban las razones por las cuales se había vuelto loco.

Había pasado los límites que no podemos sobrepasar, a menos, que hubiese buenas razones para realizarla.

― ¡Cálmense, les explicaré todo!

Cuando el rubio explotaba daba miedo, toda su cara se volvía roja y sus ojos azules parecían que se le iban a salir.

Toda la habitación quedó en silencio.

—Gracias, ― agradeció más calmado― la broma consistía en hacer creer que la escuela se incendiaba, que en el laboratorio habían hecho caer químicos tóxicos y...

― ¿Y? — insistimos para que siguiera hablando.

—Y que había un loco suelto junto con dejar calvo a todos los profesores, me castigaron por dos años y la única forma de que no fuera de por vida era hacer creer que ya no me metía en problemas. —explicó— Claro que me metí en problemas, pero leves y no le informaban a mamá.

Todos lo miraban seriamente, nadie decía nada incluyéndome.

—Eso fue... ¡Lo más loco que has hecho Chad! —exclamó Tom eufórico.

—Digno de los problemáticos Clark—hablaron los mellizos orgullosos.

Mientras todos alababan a Chad por su broma Cass se levantó haciendo que todos la miráramos extrañados.

― ¿Qué pasa Cass? —preguntó Taylor.

—Voy a ir a reemplazar el acondicionador de Chad.

― ¿Porqué?

—Le coloqué polvo pica-pica.

Con esas palabras salió rápido de la habitación, Chad miró asombrado a los mellizos.

—Era su forma de vengarse—respondimos Violet.

Después de que Chad resolviera todas las dudas sobre el proceso de su broma los chicos apostaron dinero con Cass, ellos decían la niña no podía ganarles en los videojuegos. Es una pérdida de tiempo decirles que la pequeña Clark les ganó, ellos estaban indignados y no se creían que una niña de seis años les hubiera ganado.

Todos estábamos comiendo pizza y hablando sobre qué broma les podíamos hacer a los Scott. La madre de Chad le había decidido que mientras estuviera con nosotros pasaría su último año en la misma escuela, por lo tanto, quiso unirse a nuestras bromas.

― ¿Qué tienen en mente?

—Mi idea es esta, llenarlos de pintura y pegarlos a la mesa—opinó Violet—y rociarlos de nuestra mezcla especial.

—Creo que no—dije.

Ella bufó indignada.

― ¿Qué tal esto? —habló Tom—Robarles la ropa y dejarlos solo con tutus.

—Ya lo hicimos, busca algo más original―dijo Taylor.

Muchas ideas fueron puestas en la mesa, pero ninguna nos convencía o eran muy básicas.

― ¿Qué les parece si juntamos todas las ideas y lo hacemos por fases? —habló el rubio— Así recibirán todo el día bromas de nuestra parte—terminó de decir con una sonrisa malévola.

― ¡Ataque por fases! —grité ― Junto con muchas cosas.

(....)

Al día siguiente cuando llegamos a la escuela los chicos se asombraron al ver a nuestra "niñera", les contamos nuestra broma y le presentamos a Chad los nuevos integrantes a nuestro grupo.

Hay que destacar que Anna se puso roja como un tomate al ver a Chad, me huele que aquí va a florecer el amor.

Cuando nuestro llamado de atención terminó cada quien se fue a sus clases y los mellizos acompañaron a Chad a la secretaria.

Una hora había pasado y teníamos listo para realizar nuestro ataque, había sido fácil tener excusas en la primera clase gracias a que somos muy buenos actores o más bien buenos mentirosos.

Nuestra ventaja, teníamos clases diferentes todos

La primera broma consistía que en el casillero de abajo de cada uno de los Scott saldría un guante de boxeo que les daría justo en su amiguito, hablamos con cada dueño de los casilleros, ellos no se negaron. Nate, fue el encargado de programar los guantes para cuando estos fueron abiertos el guante salga inmediatamente.

(....)

Según mi fuente, Dave, dijo que los casilleros de ellos estaban al lado de cada uno, lo que facilitó muchas cosas.

La campana sonó y cada estudiante salió de sus salones, los Scott no fueron la excepción, mientras caminaba mis cómplices se iban integrando para escondernos y mirar sus reacciones.

Uno por uno se posicionó para abrir sus casilleros, claro como el chismoso que es Dave no perdió tiempo en avisar a toda la escuela para que estos estuvieran presentes.

—Esto va estar bueno —dije.

Había un silencio que bien se podría escuchar el ruido de una mosca volando, los gemelos tenían el ceño fruncido y murmuraban cosas, celulares listos para grabar y tomar fotos estaban listos para ser subidos a internet, los dueños de estos dispositivos estaban ansiosos. El silencio era que había era tan puro que se escuchó cuando ellos abrieron sus casilleros e inmediatamente los guantes de boxeo salieron y los golpearon a cada uno. Toda la escuela ahogó un gritó de la impresión para después estallar en carcajadas.

—Eso dolió —dijo Tom retorciéndose de risa.

Los chicos y yo pasamos por el lado de ellos, cada uno de mis hermanos no paraba de reírse junto con Chad, mis amigos y yo llevaba una sonrisa triunfante.

—Primera fase completa, faltan tres.