Nadie Nos Manda #1

40.Bates de béisbol.

 40. Bate de béisbol.

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Cerré los ojos por un momento para después abrirlos tratando de calmarme, tragando saliva pasé mi mirada por todo el lugar repasando en mi mente todo el plan. Jamás me había sentido tan nerviosa.

"¿Sin contar aquella vez?"

No diré nada.

"¿Eso es un sí?"

¡Dije que no diré nada!

"Tomaré eso como un sí."

Ni en los momentos más serios dejas de joder.

"¡Ja! Habló la que se río como estúpida cuando sus padres le dijeron que estaban en la ruina."

En mi defensa tenía nueve y... no entendí la terminología usada.

"Inocente las bolas de Tom, tenías once y tuviste que buscar un diccionario para saber más de la palabra."

No solo yo también los chicos.

"Recuerdo que tus padres dijeron que no sabían que era peor, si estar en quiebra o que sus hijos no supieran el significado de esa palabra."

¿Sabes? Mejor cállate.

Mamá y papá se tensan en cuanto observan el auto del Toro entrando al instituto para comenzar el día.

"No sabía que a esa mierda se le puede llamar auto."

Recuerda que no discriminamos a nadie y menos a los autos.

"Cierto, pero ahora que lo noto tiene casi el mismo auto que la Troncha toro original."

Nosotros habíamos entrado a la escuela antes de que el toro llegara para revisar que todo estuviera en orden, toda la escuela estaba lista para atacar y sacar su reinado nuestras vidas.

—Muy bien chicos, —hablo mamá — quiero que se cuiden y por nada en el mundo pongan en riesgo sus vidas.

—Tranquila mamá, lo haremos — aseguró Tom.

—Además tenemos a todo el instituto de nuestro lado, si el toro se revela o ataca también la escuela lo hará.

Estaba tan inmersa en mis pensamientos que no me di cuenta que James llevaba buen rato llamándome hasta que me tocó el hombre haciendo que me sobresaltara y lo mirara.

—Relájate, no pienses mucho en negativo porque todo saldrá bien, planeaste todo esto muy bien.

—No quiero que nada salga mal o que alguno salga herido.

―No pasará.

La puerta del salón en el que estábamos se abrió dejando entrar a los profesores que nos miraban seriamente mientras otros observaban todo lo que teníamos regado por el salón.

—Supimos que harán bromas masivas y estamos aquí para...

—Si es para detenernos desde ya le digo que no nos va importar el castigo que nos den, valdrá la pena cuando veamos que el toro se fue a la mierda profesora Makowich— la interrumpió Anna.

"No me lo esperaba de ella."

Todos miramos asombrados a la rubia que respiraba irregularmente a causa de los nervios por enfrentar un profesor y más si esa autoridad era la mujer que la miraba impactada por la interrupción.

― ¡Esa es mi novia!

—Esperaba que lo dijeran los demás vándalos, pero usted no señorita.

—Estoy cansada de todas esas reglas también estoy enojada por todo lo que les ha hecho a los chicos. Todos sus trucos sucios debemos detenerlos y hacerla que pague, nada de lo que les hizo fue justo.