39. Mafias, planes y familia Clark Scott.
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Entré a la cocina para supervisar como iban mis familiares con la mezcla más asquerosa que se les pudo ocurrir, una hora antes los había visto entrar a la cocina con unas cajas que decían en grande precaución.
— ¿Qué contiene esa mezcla? ― pregunté mientras me tapaba la nariz para no seguir oliendo esa peste.
"Huele como cuando Jace se hizo del dos en la obra de la escuela."
Ese chico andaba podrido en vida.
"Lo bueno es que el rubio oxigenado no sufrió solo los ataques de la mafiosa."
Aún puedo escuchar sus quejidos de dolor.
—Tiene cebolla, tierra, gusanos, pasta de diente, limones para que le dé el toque ácido junto con los calzoncillos del tío Derek y los calcetines del abuelo.
Miré a mi madre asombrada por la sonrisa angelical que me brindada, ella no estaba diciendo todos los ingredientes completos había más, pero prefirió no decir nada.
—Recuerda que el objetivo es sacarla del instituto y de nuestras vidas no matarla.
—Nada esta demás.
"Ya vimos de donde salió Cass."
Sin querer saber más salí de la cocina negando con la cabeza antes de que comenzara a decirme las otras cosas que utilizaría para torturar.
"Esa mujer me dio miedo."
Pobre de papá.
Subí las escaleras para seguir en mi tarea comencé a caminar pasando por la habitación de Cass donde me encontré a mi hermana discutiendo con su secuaz.
—Todo está listo Dylan, Gregorio dijo que era a las diez la entrega.
—No, dijo que era a las nueve.
― ¡Él no nos va a dar el cargamento a las nueve, pendejo!
―Si no es él, entonces... ¿quién?
—Mateo nos dará el otro encargo a esa hora.
"Por los cupcakes, ¿de qué cargamento están hablando, de armas o qué?"
No sé, pero lo mejor será averiguarlo antes de que terminemos en la cárcel sin hacer la broma.
"Que no vuelva a suceder lo que paso hace dos años."
Eso es confidencial.
"Ups."
—Pequeña mafia, ¿de qué están hablando? ― los dos paran de hablar al escuchar mi voz, ambos soltaron un suspiro para proceder a verme nerviosos— Les hice una pregunta.
—Se suponía que debía ser sorpresa.
—Hablen y díganme, ¿quiénes son Gregorio y Mateo?
—No podemos seguir ocultándolo Cass.
—Está bien. ― cedió Cass fastidiada ― Gregorio y Mateo son unos compañeros en la escuela que nos ayudaron a conseguir unas cosas para la gran broma.
—No podían simplemente decir eso, parecían una mafia.
—Pero de alguna manera eso somos― recordó Dylan.
No le llevaba la contraria.
― ¿Tienen que salir para recibir ese "cargamento"?
—No, lo vendrán a dejar a domicilio.
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Nadie Nos Manda #1
HumorLos hermanos Clark son los más problemáticos, bromistas e infantiles. Pero, ¿Qué pasa si se encuentran con una familia casi parecida en nivel de problemas y les declaren la guerra? ------------------------------------------------ -¡Cass, bájate de l...