Nadie Nos Manda #1

30.Montaña rusa y Tom.

30.Montaña rusa y Tom.

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Tom.

Mi hermana me observaba seriamente sin decir una sola palabra, esperaba que encontrarme a muchas personas en esta feria, pero mi hermana no estaba en la lista.

—Y bien... ¿no vas a contestar?

Seguía igual sin decir absolutamente nada, sus ojos reflejaban como tenía una lucha interna para poder decirme las razones por las cuales estaba sola a estas horas en un lugar como este. Movió la cabeza a un lado analizando la situación causándome algo de miedo.

—Alex ― volví a llamarla haciendo que reaccionara, pero solo obtuve algo que no quería.

Entrecerrar sus ojos y acercarse más hacia mi humanidad, esas acciones no eran buenas señales.

"Madre mía ya valimos."

Fue un placer conocerte Pancracio.

"Igualmente idiota retrasado."

― ¿Qué mierda te hace pensar que yo estaría en una cita?

"Te dije que no la provocaras."

Yo quería saber.

"¿Y cuál fue el resultado?"

Una Alex enojada que seguramente me mandara a conocer a San Pedro.

—No lo sé ― contesté tratando de ocultar mi nerviosismo.

― ¿Cómo que no sabes?

—Bueno yo... ― tartamudear en esta situación no me favorecía ― simplemente lo pensé porque no respondiste mi pregunta...

― ¿Inmediatamente?

—Además, no creas que no me di cuenta que estas tratando de evadir mi pregunta cuestionándome de vuelta.

― ¿Tratando de evadir una pregunta tuya? ― asentí seguro de mi acusación logrando que ella me diera una sonrisa sarcástica —Busca en lo más profundo del maní que tienes por cerebro algún momento que yo he hecho tal cosa.

"Tiene razón, ella nunca ha hecho eso."

Cierto.

"¡Entonces dile antes que salte encima de nosotros y nos mate!"

― ¡Tienes razón! ― ella comenzó alejarse y fue en ese momento que me di cuenta que aplicó la técnica Alicia Foster —¡Oye!

―Ahora, ¿qué?

—Usaste la técnica de mamá.

Sonrió inocentemente para después juntar sus manos y balancearse de un lado a otro actuando como una niña.

"Eso es mala señal."

Ya valí.

"Damas y caballeros, si es que todavía existen y no son como este inútil que es un maldito acosador, se nos aproxima un comentario que dejara a este ridículo hecho mierda."

¡Oye! Tantos insultos en un solo tiro, un nuevo récord.

—Creí que nunca te darías cuenta. Ya estaba perdiendo la fe de que tu cerebro funcionara.

― ¿Por qué?

—Utilizo esta técnica desde los seis años.

― ¿Cómo?

—Piensa para obtener una respuesta.

Fue en ese instante que recordé que cuando ella tenía seis y yo siete, ambos queríamos el último cupcake que quedaba y comenzamos a pelear hasta que dejó de hacerlo para comenzar a preguntarme un montón de cosas hasta que obtuvo el cupcake.