Capítulo 13: "Tell me a story." Capítulo doble II.

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Capítulo 13:

"Tell me a story."

Capítulo doble II.

20/12

Había sido otra noche atareada en la gran ciudad de Nueva Orleans; el bullicio de las calles jamás había cesado después de la boda y aún quedaban almas fiesteras que copaban las aceras, brindando en nombre de los novios, aunque podría jurar que sólo era personas normales que se habían filtrado.

Pero aunque en el ambiente reinase la festividad, yo me sentía realmente fuera de contexto. Con la cabeza baja y las manos en los bolsillos, volvía del cementerio yendo en zigzag por los bulevares, abrazándome a mí misma mientras intentaba evitar a cualquier tambaleante andariego que aun estuviese bajo los efectos de unos cuantos cocteles.

Para esas alturas había caminado un largo tramo y el vestido que había usado durante la boda comenzaba a molestarme; el rozar de la tela contra mi cuerpo me irritaba y los zapatos también iban cobrando su papel.

Aún faltaban unas cuantas cuadras para llegar a las Instalaciones, pero no iba a lograr dar un paso más si no me detenía aunque fuesen cinco minutos. Llegando a la unión de las calles Philip St y S. Saratoga St, me detuve en la esquina y me deshice de los zapatos; una oleada de placer y alivio me recorrió de arriba abajo en cuanto sentí la aspereza de la calle contra mis pies. Luego, con las tiras doradas atadas alrededor de mi muñeca, crucé la calle internándome en el parque Van McMurray; el sendero que se iniciaba al traspasar las rejas era iluminado por altas farolas negras que desprendían una suave luz amarilla. Unos metros más hacía adentro había una blanca glorieta con un solitario violinista. Las notas de su instrumento me acompañaron un buen rato cuando decidí tomar asiento en una banca mientras que acomodaba el abrigo de Klaus sobre mis hombros.

Me recosté contra el respaldo mientras me cruzaba de piernas y unía ambos brazos sobre mi vientre. Suspiré, cerrando los ojos y permitiendo que el tocado que sostenía mi cabello finalmente se terminase de desmoronar, transformándose en una pelota de pelo sin forma.

Durante el día, sin mencionar el altercado con Finn, había puesto demasiado expectativas en las cosas saliesen bien, y por un momento pensé que nada podría arruinar lo que habíamos estado planeado. Pero admitir que las cosas habían salido bien era hablar de más: lo que pensé que sería el final de una velada perfecta, terminó siendo exactamente todo lo opuesto. Así como la fiesta había sido un lujo al estilo Mikaelson, desgraciadamente el desenlace había concluido de la misma forma; la guerra entre los hermanos había ascendido un peldaño más y las consecuencias eran realmente devastadoras, y infortunadamente aquella noche Kol debió pagar el precio de la enemistad.

Estaba hablando con Marcel y Gia cuando vi salir a Nik bajar las escaleras como un rayo y reunirse con sus hermanos. El primer pensamiento que apareció en mi mente fue que tal vez, siendo algo imposible pero al mismo tiempo no, Finn había regresado. Pero el verdadero motivo no tenía nada con que compararse; de hecho, Finn si era el protagonista pero su verdadero papel era de antagonista y el empírico damnificado era únicamente Kol. Maldecido por su hermano e incapacitado para saltar a otro cuerpo, las probabilidades de sobrevivir la noche eran nulas. Sin nada que poder hacer para ayudarlo y como otras veces hubo pasado, nos reunimos en una de las criptas del cementerio de Lafayette, haciéndole compañía mientras que Davina se negaba a darse por vencida. Pero para desgracia de él y de todos la maldición era inamovible.

Su fatídico final llegó acompañado por una última sonrisa y con la promesa de Rebekah de consagrar su cuerpo y buscar la forma de traerlo de vuelta.

Things We Lost In The Fire 🔥 (LIBROS 3&4 - TO) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora