Capítulo 3:"A sweet temptation"

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-Me encantaría saber a qué restaurante le falta un chef.-murmuré, ojeando la larga mesa que se hallaba en el patio; dicho objeto rebozaba de comida. El dulce aroma de los pasteles inundaba todo el lugar y daba la coincidencia que aún no había desayunado.

-Puede que lo haya hecho en el pasado.-objetó Klaus.-Pero puedo asegurarte que no soy autor de esto.-se paró a mi lado y observó con sorpresa la mesa.

-Entonces...-recogí una fresa bañada en chocolate.-Supongo que debemos darle las gracias a Elijah.-me lleve el bocadillo a la boca y en cuanto di el primer mordisco, el dulce jugo se mezcló con mi saliva y generó una placentera sensación que terminó bajando por mi garganta.

-Esto tampoco es mi obra.-el aludido acababa de bajar las escaleras que conducían a sus aposentos.

-Bueno.-tiré el cabito de la fresa y me limpié las comisuras, mientras tragaba el último pedacito.- Sí Klaus no ha sido, tú tampoco y está claro que yo tampoco...-miré a ambos y enarqué una ceja.- ¿Quién lo hizo?

Ninguno de los tres tenía los medios exactos como para poder responder a la pregunta. La mesa con la comida había aparecido en medio del patio como si fuera por...arte de magia.

-¿Escucharon eso?-preguntó Klaus.

Rompiendo con el monótono silencio de las Instalaciones, un sonido agudo y rasgado resonó. Miré hacia atrás, pero a mis espaldas todo estaba tranquilo. Únicamente oía el ruido de la fuente. Pero hubo un lapso de segundos en los que se escuchó, sumada al sonido agudo y rasgado, una nota metálica.

-Viene de la mesa.-anuncié.

No fue difícil encontrar la procedencia del sonido, ya que la única cosa que era capaz de hacer ruido se hallaba junto al pan de frutas; cubriendo una fuente se encontraba un cloche de plata. Debajo del pequeño domo, había algo que estaba vivo y, aparentemente, quería escapar. Klaus cerró sus dedos alrededor de la manija y levantó el cloche de golpe. Y de igual forma, dos pájaros negros salieron del interior. Ante aquella sorpresa, me cubrí el rostro con los brazos. El aletear de las aves pasó zumbando junto a mis oídos. Los pobres animales habían estado encerrados en un lugar minúsculo, era entendible que se viesen desesperados por huir.

-Hay una nota.-informó Klaus y del plato tomó un papel doblado por la mitad.

-¿De quién es?-preguntó Elijah.

El rostro de Nik se tensó más de lo que ya estaba, y sostuvo fuertemente el papel entre sus dedos. Por las expresiones que surcaron sus ojos y sus labios lo que decía parecía no ser de su agrado y tal vez tampoco sería del nuestro.

-Es una invitación de nuestra madre.-respondió finalmente.

Éramos conscientes de que Esther había regresado y ya había comenzado a mover sus piezas en el ajedrez, pero no nos esperábamos una reunión tan pronto. No me cabía duda de que fuese lo que fuese que ella tuviese planeado, terminaría resultando como la fiesta de bienvenida en Virginia.

-Me alegra no tener contacto con mi madre.-murmuré, arrepintiéndome de haber probado aquella fresa.

-Tenemos muchos enemigos aquí.-masculló Klaus, depositando la nota en el plato de nuevo.-Y la guerra será contra nuestra propia familia.

-Tu mezquina madre y sus discípulos intentaron matar a nuestra hija.-comenté.-Con gusto puedo encargarme de ella.-Nik sonrió con la aprobación vigente en sus ojos.

-No harás tal cosa.-intervino Elijah, como siempre dispuesto a evitar que mi humanidad sucumbiese en la oscuridad.-Esther es experta en el arte de posesión.-argumentó.-Por el momento sabemos que cuerpo habita, es por eso que debemos descubrir sus intenciones antes de que encuentre otro portador.-

Things We Lost In The Fire 🔥 (LIBROS 3&4 - TO) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora