Misterio 1/3

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-¿Qué?...-estaba apunto de decir mas pero, mejor me calle. Seguí mi camino, esta vez iba casi corriendo.

Al llegar a la fiesta todo parecía normal, no sensaciones raras, no voces que dicen nombres, no nada...todo parecía técnicamente normal, sea cual sea el significado de normal.
No tarde mucho en encontrarme con Ana. Llego y me abrazo muy fuerte, tenia claro que ya estaba borracha. El volumen tan alto de la música no me permitió escuchar lo que dijo...no creo que haya sido importante entonces lo ignore.
La mayor parte de la noche paso tranquila, en estándares de estar en una fiesta, si estuvo bien.
Estaba sentada en la sala de estar junto con Ana y otros chicos y chicas más entre ellos estaba Perry, la chica que había visto solo hace unas horas atrás por alguna razón ella no quitaba su vista de mi. Me miraba como si fuese a comerme, me incomodo un poco así que decidí levantarme por un trago a la cocina.
Por alguna extraña razón la cocina estaba vacía no había nadie, en una fiesta! No podía creerlo, pero me gustaba mas que fuese así...

Me preparaba unos tragos de wisky, como saben mejor con limón tome el cuchillo y los limones y comencé a partirlos. Cuando de nuevo lo escuche.

-Crisalida...

Esta vez una voz empalagosa, lo dijo tan lento que se podía distinguir cada letra pronunciada. Sonaba casi como un susurro.
Di la vuelta de prisa sosteniendo el cuchillo en mi mano, unos centímetros mas y mataba a...

-¿Que quieres?!.- dije frustrada.

-Ah...yo...ah...

Era una chica, vestida holgadamente con una blusa gris y jeans negros, pelo largo y algo claro.
No me di cuenta que aun le apuntaba con el cuchillo hasta que...

-Tú...¿Que crees que haces? Baja eso.

Lo baje...refunfuñando.

-Lo siento, creí escuchar algo y me asuste, no era mi intención apuntarte con esto.

-Eres una idiota!.- Me grito el chico, era Skip.

-¿Disculpa?.

-Es una maldita fiesta, definitivamente escuchaste algo, ¿Que esperabas que todos estuvieran callados.?

No conteste, ni lo iba a hacer. La mirada de la chica hizo que bajara la cabeza pero antes me sonrió.
Salí de la casa tan rápido como pude, ya escuchaba voces no sabia que pasaba. Mejor no pensar en eso, ya tengo suficiente con lo que pienso cada día como para venir y pensar en eso también.

Llevaba una cuadra lejos, cuando escuche a Ana gritarme algo, no voltee a ver. Nada.
Seguí caminando.

Al llegar a casa, mi mamá estaba en la cocina preparando comida, la salude y subí rápido a mi habitación, y aquí es donde empieza todo, todos los días, el circo en mi cabeza, mis pensamientos jugando unos con otros, caer en un hoyo de confusión. Aquí es donde todo se vuelve nada.

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No te haré esperar más...lo publiqué antes...

Teen IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora