5. Wiss y la diosa del futuro

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El deseo de Daykin

Wiss buscaba por toda la casa, por cada rincón, se topa con Gigi.

Gi: no la encuentro, no esta por ningún lugar.

Wiss pensaba --- creo saber donde esta.

En la rama del árbol más grande de aquel lugar, Daykin estaba sentada mirando la luna, escribía una carta a Santa.

Day: querido Santa, no quiero ningún juguete, solo quiero conocer a mi padre, es todo lo que deseo --- pronto doblaba la carta, usaba una corriente de aire y hacía que volaba la carta --- espero que funcione.

Wiss volaba y vio a su hija --- Daykin sabes que no me gusta que salgas sola --- decía serio.

Day: no te preocupes papá, sabes que soy una niña grande, tengo 7 años me puedo cuidar bien.

W: ven acá --- la carga --- sabes que me preocupo mucho, además todavía eres chica. Te quiero, no se que haría si te pasará algo.

Day: papá, estoy bien, yo también te quiero mucho --- lo abraza.

W: bueno, vamos a casa.

Daykin asentía, Wiss se a llevaba. Pronto Wiss la llevaba a su cuarto, Daykin se acomodaba en la cama, mientras Wiss se sentaba en la orilla de la cama, tomaba un libro para leer un cuento.

Day: papá, hora que es nochebuena, ¿se cumplen todos los deseos?

W: Si, si se piden con mucho deseo, bien ¿que cuento quieres que te lea?

Day: esta --- señalando en el libro.

Wiss abrazaba a Daykin, ella se recargaba su cabeza en su pecho, escuchaba el cuento, poco a poco comenzaba a darle sueño, Wiss leía hasta que vio a su hija profundamente dormida, la acomodaba en la cama, la tapa con la cobija, dejaba el libro en la mesita, apagaba la luz y se iba.

Más tarde, estaba todo apagado, pronto un ruido por la chimenea, pronto un gran costal aparecía luego descendía Santa, dejaba unos regalos debajo del árbol, luego caminaba por el pasillo, hasta llegar a una puerta, la abría y veía a Daykin dormida.

Santa sacaba la carta de la bolsa de su pantalón. 

Santa: pequeña niña, se que todo los regalos que te de, no puede remplazar lo que tu más deseas, por eso, te voy ayudar --- sacaba unos polvos de color rosa, los soplaba y estos caían en la cabeza de Daykin, poco a poco ella despertaba.

Miraba quien estaba en la puerta, se quedo sin habla al ver que era Santa, la veía acompañada de una sonrisa muy bondadosa.

Day: Santa, eres tu --- se levantaba y lo abraza --- me alegra verte.

Santa: eres una niña buena, quiero hacer que concederte tu deseo, solo veras a tu padre, ¿de acuerdo?

Day: si yo nada más lo quiero conocer.

Santa cargo a la pequeña, fueron a su trineo, subieron y se fueron. Daykin miraba, veían como se levaban tanto hasta que el suelo desaparecía, las nubes se ponían tocar, Daykin sacaba su manita, tomando la nube en su mano.

Pronto las nubes se volvían de color amarillo, comenzaban a padecer varios seres mitológicos, se veían volar grandes aves fénix, junto con hadas y pegasos.

Day: Santa, ¿en donde estamos?

Santa: en un lugar especial, donde se reúnen los seres mágicos con sus familias.

Daykin lo miraba, no entendía bien lo que pasaba, pronto llegaban a un gran árbol, bajaron y veían aquel lugar, habían flores muy bonitas, algunas mariposas de colores volaban ahí, parecían que brillaban.

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