El arte de los días

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Los días son para maldecir al despertador,

despedirte de tus sueños

para abrazar los de otros...

más pequeños.

Seguir horarios y escapar del <tiempo>;

el tiempo: ese velocista que juega

al desgaste y mata lento.

Vivir para trabajar, trabajar para vivir,

vivir para trabajar, trabajar para vivir,

vivir trabajando desviviéndote

y trabajar de figurante de tu vida

con contrato basura.

Basura-contrato-de-tu-vida-de-figurante.

Los días son para maldecir

al despertador y al televisor,

saludar a los problemas de otros

para huir de los tuyos...

más grandes.

Perseguir vacaciones

y aferrarse al <tiempo libre>;

el tiempo libre: ese ilusionista que juega

al despiste y como mucho sale en

bodas, bautizos, comuniones o findes.

Gastar para tener, tener para ganar,

gastar para tener, tener para gastar,

tener para no tener que gastar,

gastar teniendo y tener que desgastarte

sin que te den ni la factura.

Factura-no-tener-gastar-que-te-den.

Los días so para maldecir al despertador,

al televisor y al amor,

buscar fuera lo que encuentras

en tu interior...

casi siempre.

Añora relaciones

y cagarse en el <tiempo juntos>;

el tiempo juntos: ese malabarista

que juega con tus sentiemientos

y tiene más porcentaje

de fallos que de aciertos.

Querer y no poder, poder y no querer,

querer y no poder, poder y no querer,

querer y no querer pudiendo poder

y sentir que eres un impotente

Diógenes queriendo basura.

Basura-impotente-queriendo-poder.

Y las noches...

Las noches son para bendecir

al despertador, al televisor y al amor:

al despertador porque no vive

ni trabaja cuando nos acostamos juntos,

al televisor porque no tiene ni gasta

un <amor de película> como el nuestro

y al amor porque no quiere

ni puede evitar que dejemos de hacerlo.


Las noches son para los artistas.

TErminAMOs y otros poemas sin terminarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora