Primeros auxilios y efectos secundarios

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Amar en tiempos de odio es algo heroico,

hazaña esta la de sentir

en un mundo insensible,

despojar al amor de su significado

más previsible, cursi, rancio, material, disfuncional y

[romántico.

Amamos por rebeldía,

contra la hipocresía, en demasía,

amamos por encima de nuestras debilidades,

a partes iguales o ponderadas

dependiendo de dos enteros

que se disfrazan de dos mitades;

vamos, que el amor nos suele querer a pares.

Amamos porque el amor

es una de las pocas armas

que pasa el detector de metales,

porque este se puede privar,

pero no privatizar

y no lo verás jamás

en manos de las multinacionales.

Amamos como morfina para paliar

esta enfermedad terminal llamada eldiaadía,

para tener algo que llevarse a la boca

cuando sístole y diástole mendigan.

Amamos porque el corazón no se raciona

ni se administra, no lo receta

el médico ni el homeópata,

ni el fisioterapeuta ni la psicóloga

ni el guardia ni el policía...

pero es que amar puede que sea

el mejor placebo o la mejor medicina.


Amamos sin amos, sin grilletes,

en carne viva,

como un viaducto que te permite

viajar por otra ruta alternativa a la rutina.

Amamos sin idolatrar a falsos ídolos

como la envidia.

Amamos en vídeo, en carta,

en móvil, en fotografía.

Amamos en beso, en abrazo,

en caricia, en soltería.


En esta vida hay dos tipos de personas:

los que aman como estado

y los que amamos como filosofía...

Los que lean esto y piensen que estoy hablando de amor

ya sé en que grupo están.


Yo soy de los que aman sin poseer,

de los que entienden que el amor

es sinónimo de poesía.

TErminAMOs y otros poemas sin terminarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora