Hubiera preferido una chica en verde.
Incluso una chica en rojo,
una chica con un portazo en la cara.
Eso me hubiera ayudado a superarlo.
Pero tú eras una chica en ámbar,
me decías quizás,
me dabas esperanza
antes de empotrarme un adiós en las costillas,
me obligabas a mirar hacia los lados
antes de pasar hasta tu vida
y siempre pasaba eso,
que pasaban tantas cosas que nunca pasaba nada.
El ámbar es el peor color que existe.
Quizás es la peor palabra que conozco,
la más perra de todas,
la que ni come ni deja comer.
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TErminAMOs y otros poemas sin terminar
PoetryUn sabio dijo una vez: Pocas cosas hipnotizan tanto en este mundo como una llama y como la luna, será porque no podemos cogerlas o porque nos iluminan en la penumbra. Realmente no sé si alguien dijo esta cita o me la acabo de inventar, pero deberían...