Doble atracción

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Sasuke... ¿hasta cuando ibas a darme problemas? Cuando pude reaccionar me tenia contra la pared.

-Sasuke...- Susurré.

- No pienso hacerte nada, enana. Sólo quiero que me escuches. - Susurró él, frente a mi.

- Está bien... Te escucharé, sólo... Quítate del frente. - Dije, con el ceño ligeramente fruncido.

- Okok... - Respondió él, soltando mi rostro. Suspiré profundo... Si él supiera lo que sucede cuando alguno de ellos se me acerca tanto, tal vez no lo hiciera. O... Lo haría con más frecuencia con la única meta de fastidiarme. Él tomó su distancia y se sentó en la cama, me observó, ahora su mirada había cambiado, parecía confundido.

- ¿Qué sucedió anoche? - Me preguntó. ¿Acaso no lo recordaba?

-¿No recuerdas nada Sasuke? -Pregunté de nueva cuenta, sin duda más confundida.

-Tengo recuerdos borrosos, creo que alguien alteró mi copa. - Dijo él, pensativo.

-¿Es en serio? ¿Liaste todo y no recuerdas nada? - Dije algo alterada.

-Oye, no es mi culpa... Anoche bebí demás, eso lo tengo muy claro, pero terminé junto a los Namikaze, estaba Naruto, Deidara, pero estaba alguien más... - Dijo él, bajando la mirada.

- ¿Alguien más? ¿Quién? - Dije, sentándome a su lado.

-Orochimaru. - Sentenció. ¿Qué rayos? Él, ese sujeto Orochimaru siempre le tuve idea, él se presentó, es un científico, el cual me da la sensación que está loco, se asoció por un tiempo con la empresa de papá, con químicos para la creación de pantallas líquidas, táctiles entre otras cosas, nunca fue amigo de la familia, pero sí un gran aliado, luego de esa unión la franquicia se disparó, generando millones y millones, sin embargo, nadie se enteró jamás de las inclinaciones sexuales de esa aberración... Salvo Itachi, Sasuke y yo... Pues, siempre tuvo una atracción extraña por Sasuke, estaba pendiente de él, le daba regalos, mi padre no se enteraba jamás, pero Itachi sí, pues siempre cuidaba de nosotros, aunque estuviésemos lejos y lógicamente yo me di cuenta porque siempre vivía pegada a Sasuke, éramos casi que mellizos, él me llevaba 3 años apenas.

-¿Qué se supone que hacía Orochimaru ahí? - Pregunté, extrañada. Aunque si me ponía a analizar, la zona donde está ubicada nuestro penthouse es un área muy frecuentada por empresarios, es decir, que en la discoteca donde estábamos, que es la más cercana a esa zona, probablemente estaría repleta de personas adineras, cercanas a nuestra familia o simple empresarios.

-No tengo idea, el caso es que estaba reunido con un grupo de empresarios, amigos de papá, se acercó a nuestra mesa y allí estuvo un rato, charlando, ya sabes que todos los empresarios de alguna forma están mezclados, no tuvimos mucho contacto, pero es lo único que se me ocurre. - Fue su alegato, mirándome algo preocupado.

-¿Y de verdad no recuerdas nada? - Volví a cuestionar, incrédula.

-No muy bien... Recuerdo que entré a la pista de bailé, bailé mucho... Con muchas personas, pero en especial, recuerdo a una chica, hermosa... unos labios carnosos y... - Mientras decía todo aquello, me observó con detalle y entonces dirigió su mirada a mis labios, mis mejillas se encendieron. - Que se parecían mucho a los tuyos... - Dijo, frunciendo ligeramente el entrecejo.

-¡Qué desastre! ¿Cómo no vas a recordar nada? Ash. - Me quejé, levantándome de la cama de golpe. Fue cuando la puerta se abrió, asustándonos a ambos.

-Estuve buscándote por toda la casa, Sasuke. - Expresó un sombrío Itachi.

-¿Qué sucede? Hoy despertaste con un genio de mil demonios Itachi. - Dijo Sasuke, serio de igual forma, esto se iba a poner feo si no intervenía, mis peleas con Sasuke eran tontas, con Itachi... Pues eran interesantes, pero entre Sasuke e Itachi era una cosa intolerable.

 Mi hermano, mi perdición. |Itachi Y Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora