Mi hermano, mi perdición. |Itachi Y Tú|

"¿Quieres bucear hermanita...?"

Una respiración acompasada se estrellaba ahora en mi rostro, apenas comenzaba a despertar y aún sin abrir los ojos me pregunté qué era aquello que... ¡joder! Abrí los ojos dramáticamente recordando de inmediato con quien estaba durmiendo, y sí... Efectivamente era él, era mi hermano mayor, quien aún me tenía abrazada, mientras una de sus piernas me tenía atada, muy cerca de él, cuando mis ojos vieron su rostro a unos escasos centímetros de distancia, mi alteré, sin embargo, cuando me percaté que él seguía sumido en sus sueños, pude relajarme un poco.

Es... Demasiado perfecto, sus labios semiabiertos, su rostro sin gestos... Esas pestañas largas y onduladas, que resaltaban su tono de piel, sin mencionar el cabello suelto que resbalaba por los laterales de su cara, su respiración era tan calmada y pacífica que sentí la necesidad de volver a dormir.

– Pero mira... Qué escena tan... ¿Tierna? Oh, vamos hermanita... Que la baba se te sale. – Fueron las palabras de Sasuke las cuales provocaron que me separara abruptamente de Itachi, sentándome de golpe.

– Cá-Cállate Sasuke, es muy temprano para que estés molestándome. – Dije, notando como Itachi también se sentaba... Despertó joder y ni siquiera quería verlo.

– ¿Temprano? Llevo 2 horas despierto, son las 10am. – Afirmó Sasuke, alejándose de nosotros y viendo a través de la ventana. – El día está asquerosamente soleado, muévanse, que quiero encerrarme en el penthouse.

– ¿10am? Vaya... Jamás suelo dormir tanto. – Expresó Itachi, frotándose un ojo, yo lo observaba de reojo.

– Al parecer dormiste muy cómodo, Niisan. – Dijo Sasuke, burlón.

– Pues, hace mucho no dormía tan bien... Mi hermanita es muy suave – Dijo él con un tono tan sutil y aterciopelado que sentí como los colores se subían a mi rostro.

– ¿Jah? ¿Suave? Como se nota que nunca dormiste con ella antes, siempre despertaba todo arañado, sin cobija y en la orilla de la cama. – Agregó Sasuke, sorprendido por la afirmación de Itachi.

– ¡Q-Que mentiroso! – Le grité, señalándolo, Itachi rió bajito.

– Quizá su subconsciente me prefiera a mi Sasuke. – Fue el turno de burlarse de Itachi quien dijo aquello, mientras se levantaba de la cama, mi rostro estaba oculto tras los flequillos de mi cabello, no quería que vieran mi sonrojo. ¿Acaso no tenían algo más de que hablar que no fuera de mí?

– Lo que digas... – Alegó Sasuke con voz seria. Itachi tan sólo dejó escapar risas calladas, entrando al baño, lo seguí lentamente hasta que cerró la puerta.

– Así que... Dormiste muy bien... – Habló Sasuke, no sé en qué momento se había acercado tanto, pero ahora estaba sentado frente a mí, casi rozando mi nariz con la suya.

– Ahm... Sí... ¿Cuál... Cuál es tu problema Sasuke? – Pregunté algo intimidada, estaba avergonzada.

– Ninguno... Sólo qué creí que me preferías a mí, pero veo que duermes mejor con I-ta-chi. – Dijo, con mucha ironía deletreando cada sílaba de su nombre.

– ¿Qué? No prefiero a nadie... Ambos son mis hermanos y... y ya...– Respondí sin ni siquiera creerme yo misma aquellas palabras. – Además ¿Desde cuándo te importa a quien prefiera? Si siempre he creído que me odias, te molesta todo lo que hago. – Le dije sosteniéndole la mirada, la cual afiló mucho más.

– ¿Eso crees? Pues te equivocas, me importas mucho. – Susurró él, tomándome del mentón.

– ¿Ah sí? – Susurré yo, bastante sonrojada, estábamos muy cerca, demasiado para mi gusto, Sasuke jamás me trataba así, supongo que se sintió desplazado, pues siempre había tenido toda mi atención sólo para él, peleando o no, pues Itachi vivía en otro lado y como ya he mencionado, la relación entre mi hermano mayor y yo era casi nula, no convivíamos, sólo hablábamos para cosas netamente profesionales, en cambio con Sasuke, siempre estábamos juntos. Quizá por esa razón estaba actuando tan extraño.