Desbalance

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Luego de finalizar la ducha, me coloqué un atuendo playero, short y camiseta, bajé con tranquilidad las escalera y llegué al comedor, alguien habia hecho desayuno, obviamente sasuke no fue.

-Buenos días hermanita. - Saludó Itachi, mientras se quitaba el delantal, dejando al descubierto todo su torso, andaba sin camiseta ¡Por Dios!

-Buenos días...-Respondí en voz baja, dudando si sentarme o no, pues habían dos platos servidos.

-Iba a colocarme una camiseta, sabía que ya estabas por bajar. - Dijo él, acomodando su short, el cual dejaba ver sus sensuales entradas, mordi mi labio inferior, tanta sensualidad en un sólo ser debería ser ilegal.

-Ya... no te preocupes. - Traté de sonar calmada, mientras me quedaba como idiota frente a la mesa.

-Pero siéntate, se va a enfriar el desayuno. -

-Me calientas...- Susurré de forma inconsciente, mientras lo veía estando de espaldas a mí, cuando escuchó lo que dije, volteó con un gesto de sorpresa en su rostro.

-¿Qué? - Preguntó, mirándome con las cejas arqueadas.

-Eh... ¡Se calienta! Si se enfría, se calienta. -Intenté arreglar, quw idiota soy.

-Oh, pero la comida recalenda no es muy saludable. -Respondió él, sentándose al igual que yo. Sólo asentí.

Comenzamos a desayunar, el silencio era denso, entonces me di cuenta de algo, sasuke no estaba.

-¿Dónde está Sasuke? - Cuestioné dándole un sorbo a mi café.

-Salió, dijo que necesitaba distraerse, parecía preocupado. - Respondió Itachi, mordiendo la tostada, que sólo quedaba la mitad. ¿Preocupado?

-Hmm- Me dejó pensativa, vaya que soy idiota, como se me ocurre tener sexo con sasuke, no siento nada por él, pero... mierda, su atractivo es otro nivel.

-...andome? -

- ¿Eh?- Cuestioné confunda.

- Dije que si estabas escuchandome, ya veo que no. - Respondió mirando su plato casi vacío, me había ido por unos segundos, me quedé pensando en Sasuke.

-Oh, si, claro.- Respondí por inercia, tenía que hablar con Sasuke.

- ¿Qué te sucede? Estás como ausente. - Preguntó, confundido.

-Eh... necesito hablar con Sasuke. - Dije, sin pensar.

-Hmmm... ¿Sucedió algo entre ustedes? -Preguntó de pronto, fijando su mirada en mí.

Por mi cabeza transcurrió la película de lo que sucedió en mi habitación, ay no, debía disimular más.

-N-Nada que ver. -Respondí intentando sonar creíble. Itachi achinó los ojos.

-Bien, iré en el yate un rato. ¿Quieres venir? - Me preguntó de la nada, mientras se levantaba y lavaba lo que estaba sucio.

-Eh, creo que paso. - No quería llevar sol, ni hacer absolutamente nada, mucho menos estar a solas con Itachi, no después de nuestro beso y su rechazo, me quedó clarísimo que no le gusto. Y bueno... ¿Cómo por qué debería gustarle? ¡Es mi hermano! Al igual que Sasuke, con quien acabas de tener sexo... ¡Genial!

-Como prefieras. - Concluyó sin mirarme tan siquera.

-Gracias por el desayuno.- Dije mientras me levantaba.

-Eres mi pequeña hermana. No me agradezcas- Dijo sin más. Y sí, solo me quiere como su hermana.

Me dolió... pero supongo que ya venía siendo hora de vivir con eso. Me di media vuelta y subí a mi habitación.

 Mi hermano, mi perdición. |Itachi Y Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora