Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)

21

-Quisiera preguntar por qué has puesto esa cara, pero conociendote, ya sé la respuesta-bufó Demian. Él se hallaba en perfecto estado, sus heridas del accidente ya habían sanado por completo, pero tenía que continuar reposando, sin embargo, eso no evitó que le lanzara un cojín a Skyler para captar su atención-aunque no entiendo por qué sigues emocionandote por ese tonto. Ya te dije que es todo un engreído junto con su novia.
-Pues ese engreído ya viene para acá y quizá pase las festividades con Jack Mali-le informó Skyler, mordiendo su dedo pulgar con nerviosismo.
-¿Qué?-los ojos de Demian se entornaron y se inclinó a ella, arrebatandole el teléfono.
Skyler luchó para tenerlo de vuelta, pero falló.
Él comenzó a revisar su perfil y frunció los labios con fastidio. Le devolvió el aparato con desdén y le dio la espalda en el sofá, abrazando otro cojín con aire sulfurado.
Estaba celoso. Otra vez celoso.
-¿Por qué te pones así? Clark Ravel es un modelo que no me importa tanto como me importas tú.
-Lo amas. Yo lo sé-masculló él entre dientes-y estoy seguro que cuando lo veas, te olvidarás de mí.
-Claro que no. Soy tu novia, ¿lo olvidas?
-Sí. Eso lo tengo muy presente y por eso temo que termines conmigo.

Skyler apretó los puños y colocó el teléfono en la mesita del centro para arrodillarse frente a Demian. Él gruñó y se negó a mirarla.
-¿No confías en mí? ¿acaso piensas que soy como las demás chicas, que dejan a su novio por alguien más guapo o con dinero?-le espetó. Él la miró por el rabillo del ojo y Skyler continuó-si yo no te quisiera en verdad, no hubiese atravesado todo Norteamérica para ver si estabas bien. Y sigo aquí por ti. Me niego a dejarte solo después de lo que ha pasado y estoy dejando a un lado a mi familia por ti. Sólo por ti, idiota.

Ya estaba cansada de repetirselo cada que él dudaba de ella cuando Clark Ravel salía a relucir. Y no estaba segura de seguir diciéndole exactamente lo mismo.
Se levantó de la alfombra y se sentó en el sofá de enfrente con aire huraño con su teléfono.
Demian puso los ojos en blanco y carraspeó. Ella emitió un siseo de incomodidad y se puso en pie con determinación.
-¿A dónde vas?-le preguntó él.
-A cualquier parte, lejos de ti para evitar enojarme otra vez-dijo con dureza y se encaminó al porche.
Cogió su abrigo nuevo del perchero y abrió la puerta.
La brisa helada le congeló los labios y le provocó ardor en la cara, pero no le importó. Aquello era mejor que escuchar las tonterías de Demian.
Los faroles de luz de las calles iluminaban la acera y ella se sentó en el porche con el teléfono en su regazo.
La noche era fría, y nebulosa. La nieve caía con suavidad sobre la ciudad y ella pensó en su familia que estaba en San Francisco, felices de la vida.
De pronto la puerta se abrió y se cerró. Luego sintió la presencia de alguien detrás.
Unas manos frías por el clima pero calientes por dentro y que ella tanto conocía se posaron sobre sus hombros y acto seguido, sintió su aliento cálido en su oreja mientras deslizaba sus piernas a cada costado de ella.
Y sus brazos alrededor de su cuerpo, apretujandola con cariño.
-Soy el mayor idiota de todo el mundo, pero soy tuyo.

Skyler cerró los ojos y se dejó abrazar por él durante varios minutos. Teniendo a Demian en aquella posición, ya no sentía frío, sino que se sentía protegida.
Había tenido tantas ganas de golpearlo, pero en ese momento solo quería besarlo y dejarse llevar por él.
-Promete que no volverás a tener pensamientos idiotas con respecto a Clark-dijo ella.

Demian se tensó.
-Prometelo-le insistió.
-Lo prometo, pero con una condición-aceptó él.
-¿Cuál?
-Quiero que me prometas que no vas a enamorarte de Clark Ravel cuando lo conozcas en persona y mucho menos vas a hacerme a un lado-sentenció. Ella volteó a verlo con el ceño fruncido-prometelo o no estaré tranquilo.
-Lo prometo-dijo Skyler, elevando el dedo meñique de su mano derecha.
Demian sonrió complacido y entrelazo el suyo con el de ella.
-Tercera promesa-murmuró.
-Ninguna se va a romper-le aseguro Skyler con una leve sonrisa.