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Dentro del Jeep, estaba todo oscuro y solo lograba divisar el perfil de Clark gracias a la luz que emitía la pantalla del estéreo y tragué saliva.
Me hallaba en una encrucijada.
De vez en cuando, notaba la mirada de Clark sobre mí y cuando volteaba a verlo, él parecía no haber movido su mirada del parabrisas desde que nos subimos.
Tal vez yo estaba delirando o soñando. Quizá estaba yo aún en la casa de Jack, dormida en el sofá por tanto aburrimiento o...

-¿Eres siempre muy callada?

El corazón me latió con fuerza al escucharle hablar y comencé a temblar.
-Eh, yo no...
-Tranquila, no me veas como una figura pública. Mirame simplemente por lo que soy: Clark, solo Clark. Un chico de veinte años que acabas de conocer.

No dije nada. Me quedé mirando mi regazo en la oscuridad como toda una asocial.

-El psiquiátrico está un poco lejos, ¿Qué te parece que mientras llegamos, me hablas un poco acerca de tu historia en la que yo encarno a uno de los personajes?-me propuso con un ápice de emoción.

Humedecí mis labios, tratando de encontrar algún tipo de coherencia en lo que iba a decirle.
Había imaginado tantos discursos en mi cabeza mientras estaba en mi alcoba y ahora que de verdad lo tenía frente a mí, no sabía que decirle.
-¿Qué puedo decirte? En mi historia, eres el hijo de un asesino experimentado y traes algo de él en la sangre-balbucee-aún no lo he terminado, así que no podría contarte más.
-Interesante-dijo. Pensé que ya no diría nada, puesto que se quedó un largo rato en silencio y conduciendo-estaré encantado de modelar para ti cuando decidas sacar los libros en físico.

Debí haber dicho algo, pero no lo hice. Y él pareció no importarle porque siguió conduciendo como si nada.
Respirar me costaba y él lo sabía.
Eso fue lo que más me perturbó.

-¿Te sientes bien?
-Sí. Es solo que... prefiero respirar un poco del aire helado, si no te importa.
-De acuerdo, abriré tu ventana.

Presionó un botón y el cristal de mi puerta bajó lentamente, dejando entrar el aire frío de la noche.
Pensé en lanzarme por la ventana y huir por mi vida, pero de solo pensarlo me resultaba patético.
No me gustaba huir de mis problemas, sino enfrentarlos. Y Clark, a pesar de que era un gran problema, no sería la excepción.

El ambiente, que, con trabajo se había relajado, se fue a la mierda cuando el teléfono de Clark comenzó a sonar, pero ojalá hubiese sido una canción o melodía, pero no. Era la voz de Joanna, su novia.
Que ridículo que hubiera grabado un tono de mensaje o llamada especialmente para que él supiera que se trataba de ella.

"AMOR, SOY YO. CONTÉSTAME"

La maldita frase estuvo repitiéndose varios segundos hasta que Clark la apagó con brusquedad.
Me animé a mirarlo y vi que apretaba las mandíbulas y aferraba el volante con fuerza porque sus nudillos estaban blancos.
-Tu novia. ¿No contestarás?
-No.
-¿Por qué?

Se encogió de hombros y copió mi método de estar en silencio.

-Joanna debe amarte demasiado como para querer saber de ti en esta fecha. Deberías contestarle-le aconsejé. Y pensé en contarle sobre el encuentro que tuve con ella el día anterior pero descarté la idea de mi mente.
-¿Conoces a mi novia?-me preguntó, desconcertado.
-Sí. Se supone que soy tu fan y debo saber con quien sales.

Mi comentario lo perturbó porque se hundió en el asiento y sacudió la cabeza.
-No pensé que fueras tan...
-¿Acosadora?-reí. Él asintió avergonzado-sí. Soy acosadora. Sé casi todo de ti, excepto donde vives y tu número de teléfono.
-Bueno, lo último se puede arreglar-vaciló.
-¿De qué hablas?-pregunté.
-Te daré mi número de teléfono y si quieres, te llevaré a mi casa para que sepas donde vivo, pero con una condición.
-¿Eh?
-Sí. ¿Aceptas?-volteó a verme en la oscuridad.
-Ni si quiera me has dicho la condición.
-La condición es que por una semana, aceptes pasar el rato conmigo.

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora