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Antes de que amaneciera, abrí los ojos; justo a tiempo antes de recibir la llamada de Clark, anunciandome que ya estaba por venir por mí.
Aturdida, comencé a alistarme. Entré a bañarme rápidamente y a vestirme lo antes posible.
No obstante, escuché ruidos en el pasillo y pensé si tal vez Eros había despertado por casualidad. Todo estaba oscuro y hacía demasiado frío.
Salí a hablarle, pero estaba completamente vacío tanto el pasillo y la cocina. Volví el rostro hacia su habitación y la hallé cerrada.
Regresé a la mía y continué preparándome con aire pensativo.
Mientras esperaba la llamada de Clark en la sala, junto con mi maleta, decidí guardar el número de Demian bajo el nombre de "No le contestes" y suspiré.
Entré a su chat y me quedé perpleja de ver que acababa de desconectarse hacia unos minutos.
Pensé en enviarle otro mensaje para exigirle respuestas, pero decidí ignorarlo.

El sonido de un claxón hizo que respingara.
Lo bueno era que había bebido un poco de café con galletas antes de partir, de lo contrario, mi estómago hubiese protestado por comida a esas horas de la mañana.
Arribé hasta el porche con la única maleta y Clark se apresuró a saludarme con un cálido beso en la punta de mi nariz y luego en los labios.
-Estás preciosa-me dijo, al tiempo que cogía la maleta y la llevaba a la parte trasera de su auto.
Me había puesto las orejeras y la bufanda que él me había obsequiado para hacerlo sentir confiado de mí, por si en caso a Demian se le ocurría de verdad aparecerse en la montaña.

El sol ni si quiera daba indicios de salir y el frío mañanareo caló en mis huesos hasta llevarme al borde de tiritar sin miramientos.
-Dame la llave del departamento y subete antes de que te congeles-dijo Clark y obedecí.
Él se hizo cargo de, prácticamente todo.
Clark Ravel resultó ser un chico fuerte, guapo e independiente, no el típico modelo idiota y dependiente que eran los demás.

No dejó que lo ayudara, incluso guardó las llaves del departamento de Eros para que yo no las perdiera.
-No soy tan descuidada como crees-refunfuñé entre dientes mientras nos abríamos paso hacia la casa de Dexter, para después irnos todos juntos.
-Simplemente estoy cuidando de ti y haciendo lo posible para que estés relajada este fin de semana.
-Estoy relajada.
-¿En serio?-inquirió, alzando una ceja en mi dirección con una leve sonrisa-te ves tensa.
-No estoy tensa-mentí, haciendo una mueca de fastidio.
-Cuando no estás del todo bien, tiendes a hacer muecas o a evadir a las personas-explicó y voltee a verlo, abrumada. Él tenía razón-créeme, aprendí a leer tu comportamiento corporal.
-¿Cómo?
-Pues, debes comprender que me encanta observarte-apartó la vista del frente para verme un segundo.
-Eso explica todo-susurré, hundiendome en el asiento con las mejillas ruborizadas.

El calor de la calefacción provocó que me estremeciera en todo el camino.
Recargué la cabeza en el cristal, el cual se empañó con mi aliento y dejé que el movimiento suave del Jeep me adormeciera.
Sin embargo, en la deriva del sueño, sentí que nos deteniamos y luego continuabamos.
Abrí los ojos un poco y noté que mi cabeza ya no estaba en la superficie lisa, fría y dura del cristal, sino en una suave y alconchonada. Era un cojín pequeño.
Observé un poco el camino y me percaté que ya no estábamos del todo en la ciudad, sino rumbo a las afueras.
Desorientada, levanté la cara y observé a Clark conduciendo tranquilamente. El cielo estaba comenzando a aclarar.

-Pensé que dormirias todo el camino-le oí decir con voz alegre.
-¿Todavía no llegamos a casa de Dexter?-ahogué un bostezo, haciendo que se me llenaran los ojos de lagrimillas.
-Desde hace un buen rato llegamos a su casa, pero estabas profundamente dormida que no te quisimos despertar y no te diste cuenta de nada-me informó y entorné los ojos, estupefacta-además, él y su novia vienen detrás de nosotros-movió la mano hacia atrás, señalandome el coche de Dexter con el pulgar.
Aventuré a echar un vistazo y alcancé a ver el rostro de Dexter a varios metros de distancia. Traté de distinguur la cara de la chica, pero fue inútil.

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora