Cap 6

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-Y-ya sabes, no me diste permiso de acostarme en tu c-cama.

-Pero tu no necesitas mi permiso para hacerlo.

-Si lo neces-sito. De hecho necesito permiso para hacer muchas cosas, como... Hablar.

Mason apareció en mi mente y decidí que era mejor callarme. Nathan me miró con confusión y me dijo.

-No, no lo necesitas. Puedes hablar si quieres, te puedes sentar en mi cama si quieres, y no tienes por que pedirme permiso.

-Ammm... Esta bien.

-Ahora, para lo que te traje aquí.

Se acercó a mi, me tomó de la muñeca delicadamente, sin aplicar mucha presión en ella, y me guió a la cama. Me sentó en el borde de esta, y el se sentó frente a mi.

-¿Puedes decirme donde te lastimo?

-Ammmmmm.

-Si no me dices no podré ayudarte.

-E-en el estomago.

-¿Puedo ver?

Asentí no muy segura de mi respuesta. Contesté mas por compromiso que por que yo quisiera, ya estaba ahí, no podía decir que no. Me levante un poco la blusa, lo suficiente como para que viera mi abdomen, cosa que no me gustaba para nada. Mi estomago estaba lleno de moretones de diferentes colores, unos mas recientes y grandes que otros. Bajé la mirada y vi como sus nudillos estaban blancos que lo fuerte que estaba apretando los puños.

-¿Te puedes recostar?

Cerro los ojos y suspiro intentando calmarse. No respondí, simplemente hice lo que pidió, puso una almohada detrás de mi cabeza para que estuviera mas cómoda. Abrió el botiquín de primeros auxilios que había traído hace unos minutos y saco unas tijeras, unas vendas, gasas, alcohol, y cinta.

-Primero voy a limpiar tus heridas, ¿ok? Puede que duela, si quieres aprieta las sabanas, o las almohadas.

-O-okay.

Mojó un algodón con alcohol y comenzó primero apenas rozaba mi piel, después comenzó a aplicarlo con menos miedo. Mierda. Duele mucho. Cerré los ojos fuertemente mientras apretaba las sabanas debajo de mi y me mordía el labio por el dolor.

-¿Cómo te golpeo para fueran raspones con sangre?

-N-no me golpeo, me pateó.

-¿Cuantas veces?

-Tres.

Siguió limpiando mis heridas unos segundos, después tomó las gasas y las puso sobre los raspones, después cubrió todo con la venda y la aseguró con la cinta.

-Listo.

-Muchas gracias.

-¿Tienes hambre?

-U-un poco.

-¿Qué quieres comer?

-Puedo comer algo cuando llegue a casa.

-No. Tu pasaras la noche aquí, prefiero que estés aquí, así puedo estar al pendiente si algo te pasa, y puedo cuidarte.

-Es muy l-lindo de tu parte, pero no tienes que hacerlo.

-Pero quiero hacerlo. Por favor, solo quédate esta noche. Mañana te llevaré al colegio, tomarás tu auto y podrás irte, si no quieres no te volveré a molestar. ¿Qué dices?

-Esta bien.

-Gracias.

Nathan salió de la habitación con dirección a la cocina, yo lo seguí de cerca, aun que no tan cerca, para no molestarlo. Cuando llegamos comenzó a sacar cosas de las estanterías de madera color chocolate que combinaban con el ambiente del lugar y comenzó a cocinar. Entonces me di cuenta que no tenía ropa para dormir, o para ir al colegio al día siguiente.

-N-Nathan.

-¿Si?

-No tengo ropa que ponerme mañana, si de pijama.

-Cierto. Ven, tengo ropa de chica que quizá te quede.

Camine detrás de el de nuevo y saco una caja de mudanza de una especie de bodega que tenía ahí. Comenzó a sacar ropa hasta que encontró un pijama que me podría quedar. Una vez me lo dio y lo analicé tenía razón, me quedaría muy bien.

-Si quieres otro pijama busca en la caja, también puedes tomar la ropa de mañana que quieras.

-M-muchas gracias.

Mire la pijama que me había dado. Un short negro bastante corto para mi gusto, y una blusa blanca, por la cual podías ver a través, de tirantes. Rebusqué en la caja pero todo era igual. Entonces le dije a Nathan.

-N-Nathan.

-¿Si?

-Aquí solo hay pijamas de manda corta y shorts.

-¿Hay algún problema? ¿Te sientes incomoda?

-Pues... Algo.

-Si quieres puedo prestarte una de mis playeras, puede que te quede grande, pero estarás mas cómoda.

-Muchas gracias.

Me dio una playera negra con cuello en V simple, tomé los shorts negros que me había dado antes, y pregunté.

-¿Dónde me puedo cambiar?

Mientras hablaba movía las manos para ayudarme a estar completamente segura de el camino y dijo.

-Al fondo a la derecha hay un baño, puedes cambiarte ahí con en mi cuarto.

-El baño esta bie-en. Gracias.  

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Personitas!!!Lamento haber estado inactiva, ya volveré, lo prometo. Tener dos historias las cuales haya que actualizar no es fácil. Y si no han ido a mi novela actual l@s invito a leerla, se llama "Yes Sir..." espero les guste. +

Los amo!! See Ya!!

Salvada? [EDITANDO] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora