10• Disculpa.

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[14 años]

— Es increíble...

Yuratchka no puede despegar la mirada de su madre. Sabe que Yuri ha estado planeando junto con Víctor las posibles coreografías para la siguiente temporada, y aún si sabe lo talentoso que es Yuri y lo creativo que es Víctor, jamás vió algo parecido a eso.

O quizá sólo sea el efecto que causa ver a su madre así.

Muchas veces tuvo que callarse su opinión y no decirle al castaño que hubiera sido mejor que tomara el patinaje artístico más seriamente. Su madre de verdad cuenta con un talento inaudito.

Aún en ballet, su mamá siempre consigue hipnotizar a su público con los movimientos fluidos y elegantes de su cuerpo al ritmo de la música, sin embargo en patinaje la secuencia de pasos de Yuri te atrapa al punto de querer más, querer que no se detenga. Casi puedes escuchar las notas musicales naciendo en cada poro de su cuerpo, en cada movimiento.

Yurio viajará en un par de días a Tokio. En Yoyogi se llevará a cabo la final del Campeonato Mundial de patinaje y, si todo sale como desea, ese también será su último escenario como Junior.

En menos de un mes cumplirá quince años y podrá entrar al Gran Prix sin problema alguno gracias a su alto desempeño.

Aunque ahora debería estar practicando sus rutinas, su madre quiso mostrarle en lo que ha estado trabajando junto a su padre.

En los casi cuatro años que Víctor lleva siendo su entrenador, ha sido de esa manera: Crea una rutina junto a Yuri y, cuando esta lista, su madre la representa ante sus ojos. Al final el decidirá si esta de acuerdo o si quiere cambiar algo.

Así que en ese momento ve a su madre deslizándose por el hielo con tanto atractivo que le cuesta un poco creer que esa persona dulce y gentil que lo abraza cuando tiene pesadillas y lo llama su niño mientras le acaricia la cabeza, es el mismo hombre que desprende atractivo sexual frente a él.

Casi puede sentir como el aroma a Alfa de su padre, sentado a su lado, se intensifica reconociendo y deseando a su Omega.

El aire se atasca en su garganta al ver a Yuri clavando un Toe-loop cuádruple seguido de un triple. Hasta ahora le han negado los cuádruples aunque es perfectamente capaz de lograrlos.

Puede verse a si mismo haciéndolo Puede atraer tantas miradas y admiración como su madre en ese momento. Como Víctor en sus años como patinador.

Al finalizar la música, con su Yuri respirando agitado y sudando a mitad de la pista, Yurio se levanta emocionado.

— ¡Lo quiero! ¡Patinare con eso! —Grita, pero se inquieta al ver como sus padres comparten una mirada elocuente — ¿Qué?

Víctor se acerca a la entrada de la pista para ayudar a Yuri. En cuanto su madre está sobre tierra firme se le acerca y lo abraza.

— El plan era que patinaras con esto, Yurio, pero...

El rubio corresponde al abrazo e intenta tranquilizarse con el delicado aroma a Omega de su madre. — No me gustan los peros.

El de ojos chocolate ríe y se gira hacia la pista al escuchar como las cuchillas de los patines de Víctor raspan el hielo.

— ¿Cuál es la prioridad de tú padre sobre su patinaje?

— Sorprender al público —Responde de inmediato y observa como su madre se acerca al reproductor de música.

— ¿Crees que el público se sorprenderá al verte patinando lo mismo que yo?

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