☆ Dimitri ☆

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Regresé a lo que era nuestra base ese mismo día sin haber cumplido mi objetivo, no pude secuestrar a la princesa, todos me miraban esperando una explicación, Isaac sufría del mismo acoso de miradas pero como siempre todo le importaba poco, sonreía por algo que no entendía - ¿que sucedió? - Tasha me miró

- se percataron de nuestra presencia antes de cumplir el objetivo - era 50 % verdad, me sentí nervioso al recordar el otro 50, Isaac comenzó a reír como loco, esos usuarios de espíritu a veces me daban en que pensar

- fue mi culpa - lo miramos esperando - tenía ganas de conocer a nuestra princesa y utilice un poco de compulsión, pero la muy perra me golpeó cuando ya la tenía para mí y poco después de ella un guardián me miró escapar - la furia llego a mi

- ¡arruinaste la misión! - la realidad era que quería matarlo por haber tocado a Roza, ese era el motivo de sus lágrimas - ¡más de un mes echado a la basura! - lo golpee hasta dejarlo inconsciente, fui a mi habitación esperando encontrar paz - no quiero que nadie me moleste - durante el tiempo que llevaba aquí gane un respeto innegable entre los demás, cuando me uní a ellos fue simplemente por las injusticias que veía sobre muchos inocentes, no entendía porqué la reina se empeñaba en castigar a todos por errores de pocos.

Entré en mi habitación, los recuerdos de la noche me golpearon, esa chica... no podía creer lo que había pasado, su rostro, sus manos aferradas a mi, su cuerpo maravilloso, todo me golpeaba, el mes que la observe admito que me gustaron sus sonrisas, las reales dedicadas a pocos, aprendí que no solía darlas seguido y cuando lo hacía podía paralizar masas. Nunca mostró interés por ninguno de los adolescentes que la buscaban y muchos se llevaron golpizas por tratar de ir más allá, sonreí al recordar eso, pero ahora ningún recuerdo era más poderoso que ella mirándome fijamente mientras sonreía de verdad, nada se comparaba a la sensación de sus labios sobre los míos, su rostro decidido cuando le pregunté si estaba segura, la manera en que se aferró a mi como si de ello dependiera su vida, nadie en este mundo había sido capaz de despertar esas sensaciones en mi antes, nadie había sido capaz de sacarme tantas sonrisas, deseaba tanto volver a verla, pero cuando la vi dormir entre mis brazos comprendí cosas importantes, yo era un hombre de 24 años y ella una adolescente (aunque no lo pareciera) de 17, era un rebelde sin futuro y jamás podría ofrecerle nada más que peleas (su familia era mi principal objetivo en esto), sentía que me había aprovechado de ella y ahora sabiendo lo que hizo Isaac... bueno me sentía peor, tenía que olvidarla, tenía que dejar de pensar en ella, el sueño se apoderó poco a poco de mi.

- Dimitri... - mire a la dueña de esa voz - ¿por qué te fuiste? - sonrió amargamente - solo fui una más en una noche más - sus ojos enrojecidos y empañados por las lágrimas rompieron algo en mi

- no es así Roza - sonrió mirándome aún con melancolía

- Roza... suena muy lindo - se acercó a mi lentamente, por primera vez note que traía puesto, un vestido rojo entallado, mi corazón se agitó como no pensé fuera posible - ¿por qué te fuiste? -

- porque tu y yo no podemos estar juntos - la mire - no soy bueno para ti -

- eso lo decido yo también - se acercó y me besó, me aleje - de verdad fui un juego - no podía verla así, la besé despues recargandola en mi pecho le susurre

- Roza... eres mía, fui el primer hombre en tu vida y voy a ser el único - no sé de dónde saque la confianza para decir eso. La tome en mis brazos bajando su vestido...

- Dimitri ¿que sucede? - Tasha me despertó - ¿estas bien? - estaba furioso, la tome de la mano ¿como se atrevía a arruinar mi sueño? - me lastimas - afloje el agarre, mire sus ojos azules, ella estaba enamorada de mi pero no despertaba ninguna emoción, era guapa pero nada más ¿por qué no podía sentir algo por ella? 

- largate ¡déjame sólo! - salió asintiendo, asustada, deseaba tanto volver a ese sueño pero no pude, peor aún no pude dormir. Decidí ir a verla sin avisarle a nadie, después de varias horas llegué,  mi intensión era hablar con ella, la vi sentada dibujando algo, estaba sola, podía hablarle y hacer que se acercará a mi - Roza - dije despacio, de pronto un chico que reconocí como parte de la familia Lazar se acercó dándole una rosa, volví a mirarme de verdad, él era de la realeza como ella, era un moroi lo que significaba que le daría hijos, yo... Yo solo le traería miseria. No lo pensé dos veces y me marché ¿por qué me dolía tanto si no llevaba tanto de conocerla ¿por qué me enamore sólo de observarla a distancia? La nostalgia se apoderó de mi y deje derramar unas cuantas lágrimas antes de buscar a alguien, solo necesitaba una mujer, al final este sentimiento se iría y yo volvería al juego como siempre, una chiquilla no me iba a hacer perder la cabeza... aunque fuera todo lo que yo podría desear y más...

Encontraría a la mujer que me la sacará así tuviera que pasar por cien, de todos modos yo no era un buen hombre y nunca lo sería

Academia de vampiros - realidad BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora