IMPOSSIBLE L♡VE {#1}

Capítulo 8

Aparté la bandeja hacia un lado para apoyar los codos sobre la mesa y descansar mi cabeza en ella.

-¿Qué pasa, Kristen?

-Tengo un dolor de cabeza horrible...

-Quien tiene buena noche, no puede tener buen día. –Hice una mueca de desagrado al oír esa voz.

-Creo que voy a irme a mi cuarto...

-No, espera, Kristen. Tengo que pedirte disculpas. –Frené al oírle decir eso. –No he pasado muy bien estos días y mi mayor error fue pagarlo con las personas que me rodean.

-Bueno... –Me giré por primera vez hacia él para mirarlo a la cara. –Está bien, Logan. Puedo entender que no estés en tu mejor momento, pero yo no tengo la culpa de ello.

-Lo sé, y lo siento. –Suspiró. –También le pedí disculpas a Christian en clase.

-Bien. –Volví a sentarme en mi sitio.

-¿Eso significa que todo está como antes?

-De mi parte sí...

-¡Genial! –Gritó Sarah emocionada. –Ya estaba cansada de que andaran peleando. –Le sonreí a mi amiga antes de percatarme de como Christian entraba a la cafetería al lado de una chica morena.

-¿Pero qué...

-¿Qué pasa? –Preguntó Logan mirando hacia la misma dirección que la mía. – Ah, se llama Lunna. Va a nuestra clase de Historia.

-¿Y que hace con él?

-¿Celosa? –Fulminé a mi amiga con la mirada mientras que ella sonreía pícaramente. 

-Tienen que hacer un trabajo juntos, así que supongo que será por eso.

-Ah, que bien... –Me crucé de brazos volviéndolos a mirar.

Se habían sentado en una mesa aparte y él había dejado sus cosas para ir a pedir el almuerzo.

-Mejor me voy a mi cuarto. ¿Podrías decir en clase que no me siento bien?

-Claro, Kris.

-Muy bien, gracias. –Recogí mis cosas antes de despedirme para dirigirme a mí cuarto.

Sólo tenía ganas de tomarme algo para este horrible dolor de cabeza y acostarme a dormir hasta el día siguiente.

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-¿Hmm? –Murmuré sintiendo unos fuertes golpes provenientes de algún lado.

Abrí un ojo para restregarme el otro mientras que despertaba.

¿Eran golpes en la puerta?

Los golpes volvieron a sonar y sonar haciéndome resoplar.

¿Quién diablos insistía tanto?

-Por fin. –Lo miré mal en cuanto abrí la puerta y nuestras miradas se conectaron.

-¿Qué quieres?

-¿Te encuentras bien? Logan me dijo que te fuiste en la hora del recreo.

-¿Y? –Dije con indiferencia.

-¿Se puede saber que te pasa?

-¿A mí? Nada.

-¿No me vas a dejar entrar? – Preguntó en cuanto se dió cuenta de que no tenía intenciones de apartarme de la puerta.