-Gracias por traerme, Jack.
-De nada, señorita Kristen. Hasta la próxima.
-Adiós. –Caminé hacia el interior del internado saludando al conserje que se encontraba en el resividor antes de dirigirme a mí habitación.
Dejé mi bolso sobre el sillón para marcar el número de Christian, pero no me lo cogió.
-¿Dónde diablos estás, Christian? Tenemos que hablar. Llámame en cuanto escuches esto.
Solté el teléfono resoplando.
¿Y ahora qué? ¿Se suponía que debía de esperar aquí hasta que apareciera? ¡Pues la llevaba clara!
-¿Sarah?
-¡Amiga! ¿Dónde estuviste? ¡Llevo todo el fin de semana buscándote!
-Lo siento, Sarah. Pasé estos días en casa de mi madre, pero ya estoy de regreso.
-¿Sí? ¡Pues voy para allá! –Dijo antes de colgar dejándome con la palabra en la boca.
Unos fuertes golpes en la puerta me hicieron saltar del susto.
Pero que rápida...
-¡Kristen!
-Hola, Sarah. –Nos abrazamos.
-Explícame ahora mejor porqué tuviste que ir con tu madre.
-Hmm... Resulta ser que está embarazada.
-¡¿Qué?! –Gritó sorprendida. –¡Vas a tener un hermanito!
-Sí, bueno...
-¿No estás feliz? ¡Yo lo hubiera estado!
-Y lo estoy, Sarah. Es solo que me preocupa otra cosa...
-¿Qué? –Preguntó curiosa.
-¿No has visto a Christian, de casualidad?
-Pues ahora que lo dices, no... También desapareció contigo.
-He estado llamándolo y no me contesta. ¿Y si está con Logan?
-No, no creo. Logan está en la biblioteca estudiando para su examen de mañana.
-Ah... –Murmuré esquivando su mirada. ¿Donde estás, Christian? – ¿Sabes? Hoy es su cumpleaños...
-¿Sí? ¡¿Y por qué no me lo dijiste antes?! ¡Le hubiéramos preparado una fiesta!
-No, es mejor que lo dejemos así. Él no es de muchas sorpresas...
-Bueno, está bien. ¿Sabes que Poli se casó con Claire?
Y así pasamos el resto de la tarde, hablando de series de televisión o cosas relativas sin mucha importancia.
Realmente solo tenía la cabeza en Christian. Quien todavía no se había dignado a responder mis llamadas o a aparecer por mi cuarto.
•••
-Hombre, hasta que te dignas a aparecer.-Tenía que pensar. –Me hice a un lado para dejarlo pasar sin mucha gana.
-¿Dónde estabas?
-Por ahí.
-¿Por ahí? ¡¿Y por qué diablos te fuiste por ahí?!
-Porque no quería estar en esa casa, Kristen. ¿Tan difícil de entender es que no quiero a ese bebé?
-¿Pero por qué te molesta tanto? ¡Será nuestro hermano!
-¡Por eso mismo! –Gritó haciéndome sentir mal. –¿Es que no te das cuenta? Eso será una excusa más que pondrán nuestros padres para separarnos.
-No digas eso, Chris...
-Es la verdad, Kristen. Usarán a ese bebé para chantajearte, sobre todo tu madre. ¿O crees que ella consentirá eso? Ya me la imagino, horrorizada de tener que dejarnos al cuidado de ese bebé porque estamos juntos.
-Eso no va a pasar...
-Claro que pasará. –Suspiró acercándose a mi para levantar mi cabeza. –¿Quiéres a ese niño? Perfecto, pero no me pidas que lo vea como mi hermano porque no lo será.
-Eso no es objetivo...
-Yo solo te estoy advirtiendo, Kristen.
-Pero también llevará tu sangre...
-¿Y?
-Él no tiene la culpa de nada. –Me alejé para acercarme a la ventana. –No voy a negarte que la noticia me sorprendió, pero mamá estaba feliz. Y si nosotros somos felices, nuestros padres también pueden serlo.
-Sí, pero no con un bebé. –Sentenció y enseguida me giré al oírlo caminar.
-¿A donde vas?
-A mi cuarto. No quiero seguir discutiendo contigo.
-No lo hagas... –Caminé hasta él para abrazarlo por la cintura. –Dejemos de hablar de este tema, por favor... Respeto tu opinión y tu decisión, estoy segura que cambiarás de opinión en cuanto nazca nuestro hermanito...
Resopló rodeándome por fin con sus brazos.
-Siento haberme ido así ayer. Estuve a punto de echar todo a perder por mi mal humor. Y también siento no haber respondido a tus llamadas, pero no me apetecía hablar con nadie.
-Da igual... –Suspiré levantando la cabeza en su dirección. Un colgante completamente reluciente alrededor de su cuello llamó mi atención. –Veo que lo abriste...
-Sí, gracias. –Me levantó en brazos inesperadamente para llevarme a la cama. –No tenías que haberme comprado nada.
-Claro que sí. ¿Te gusta?
-Por supuesto. –Apoyé la espalda sobre el colchón antes de tocar aquella cadena de la que colgaba un anillo de plata en el que había grabado mi nombre.
-Ahora soy yo el que debe regalarte algo.
-Pues ya sabes lo que tienes que hacer para mi cumpleaños... –Reí retirando los mechones de cabello que le caían sobre la frente. –Me hubiera gustado hacerte una fiesta como tu madre había dicho.
-No me gustan las celebraciones después de lo de ayer. –Comentó haciéndome rodar los ojos. –Aunque lo mejor viene ahora...
-¿Qué?
-Ayer dije algo que no cumplí, por lo que significa que debo hacerlo ahora. –Sonrió sacándose la blusa por la cabeza para tirarla hacia un lado. – ¿Que dices?
-Que estoy dispuesta a cumplir tu promesa.
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IMPOSSIBLE L♡VE {#1}
Romance-Quiero que intentemos algo. -¿Q-qué? -¿Qué te parece? -Que estás jugando con fuego, Christian. -Entonces estoy dispuesto a quemarme las veces que hagan falta por estar a tú lado. -Oh... -¿Es eso un si? -Es eso un... Stop! ¿Qué como me ví m...