Capítulo 16

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-Estás hermosa.

-Lo sé. -Dije riendo cuando me había dado la mano para girar sobre mi misma.

-En serio, ya quiero que llegue la noche para quitarte ese vestido. -Volví a reír acercándome a él para rodearle el cuello con mis brazos.

-Entonces estoy deseando con ansias que llegue ese momento... -Acortó el espacio que nos separaba para juntar sus labios con los míos. Gracias a los tacones estaba a su misma altura.

Después de salir del salón de belleza, donde sólo me corté las puntas y me aclaré el pelo, mamá se empeñó en regalarme un vestido para que lo usara esta misma noche.

Por lo que ahora estaba llevando un hermoso vestido negro escotado en la espalda con unos altos tacones a juego.

-¡¿Kristen?! ¿Ya estás preparada?

-Mmm... -Me separé de Christian apresuradamente en cuanto oí el grito de mi madre. -¡Ya salgo!

-Bien. ¿Christian? -Ambos oímos como tocaba en la puerta de al lado sin obtener respuesta. -¿Pero donde se metió este niño ahora?

-Va a matarte. -Susurré mientras pasaba la mano por sus labios para quitarle el maquillaje que yo misma había dejado a raíz del beso.

-Estoy seguro que ella prefiere que yo desaparezca a que vaya a esa cena.

-Christian...

-Vale, ya. -Dejó un beso en la punta de mi nariz antes de arreglarse la pajarita roja que llevaba al cuello. -¿Estoy bien?

-Por supuesto.

-Aún no entiendo a cuento de qué viene tanto formalismo, la verdad.

-Yo tampoco, pero pronto lo descubriremos. -Dije sonriendole. - ¡Ah! Por cierto... -Me alejé de él para caminar hacia el baño y coger la cajita envuelta que había guardada en el armario.

-¿Qué es?

-¡Kristen!

-Feliz cumpleaños. -Dije ignorando el segundo grito de mi madre.

-Oye, pero si aún...

-Lo sé, es mañana, pero quería que mi regalo fuese el primero. -Volví a sonreírle. -Así que tiene que ser el primer regalo que abras mañana.

-Lo abriré esta noche después de hacerte el amor, ¿vale? -Caminó hasta la cama para dejarlo bajo la almohada. -¿Nos vamos?

-Sí.

Primero salí yo para bajar las escaleras oyendo chillar a mi madre de nuevo.

-¡Kristen, por Dios! Llegaremos tarde.

-Lo siento...

-Estás hermosa, Kris. -Le sonreí agradecida a Robert antes de ver cómo Christian bajaba siendo regalado también por mi madre.

-¡Venga, vamos!

-Tranquilízate, Clere...

-Sí, sí. -Los cuatro salimos de casa para subirnos al coche en el que Jack nos llevaría al restaurante que mamá había reservado.

•••


-¿Nos vais a decir ya para que es esta cena?

-La organizamos por dos razones. La primera, por tu cumpleaños.

-Es mañana.

-Lo sabemos, hijo, pero mañana volvéis al internado y no podíamos celebrar nada.

-¿Y la segunda razón? -Pregunté dejando la servilleta sobre mi plato ya vacío.

-Bueno, eso... -Robert agarró su mano por encima de la mesa para sonreírle.

-¡Estoy embarazada!

-¿Qué? -Dijimos Christian y yo a la vez sin dar crédito a sus palabras.

-¡Sorpresa! -Rió. -¿No es genial? ¡Tendrás un hermanito como siempre quisiste!

-No me lo puedo creer... -Miré a Christian al oírlo tan enfadado. -¿Pero es que no pensáis? ¿Cómo váis a tener un hijo a estas alturas?

-Christian. -Lo regañó su padre. -Clere y yo aún somos jóvenes para tener otro hijo.

Sí, todavía podían tener otro hijo, ¿pero ahora? ¿Después de tener ya criados cada uno a un adolescente de dieciocho años?

-¿No piensas felicitarme, Kristen?

-Claro, mamá... -Forcé una sonrisa antes de ir a abrazarla. -Solo es que no me lo esperaba...

-Kristen, no. ¿Cómo puedes alegrarte por eso?

-¿Qué hay de malo? -Volvió a decir Robert mirando mal a su hijo.

-Chicos, parad. Estáis haciendo una escena frente a todos...

-Nos vamos ahora, Kristen.

-No, Chris... No hagas esto...-Murmuré mirándolo a los ojos cuando me agarró del brazo.

-Dios, me largo de aquí. -Dijo soltándome para salir del restaurante bajo la atenta mirada de algunos clientes.

-¿Qué significa esto, Kristen?

-Nada... -Volví a abrazarla sin dejar de observar el camino que había hecho Christian al salir.

¿Por que se había tomado esta noticia a mal? Después de todo, era la vida de nuestros padres y no la nuestra.

•••

Lo primero que hice al llegar a casa fue entrar en el cuarto de Christian, pero no había rastro de él.

-¿Christian? -Me dí por vencida volviendo a mi habitación.

Allí, sobre la cama, había una hoja de papel doblada en dos.

"No sé qué diablos tienen en la cabeza para tener un bebé al igual que no entiendo esa alegría tuya, Kristen. Esto solo nos traerá más problemas. No te preocupes por mí. Ya nos veremos en el internado.

C."

Arrugué la hoja enfadada.

¿Por qué tenía que pensar de esa forma? ¿Por qué ese bebé nos traería problemas a nosotros? No lo entendía.

Me quité el vestido malhumorada junto con los zapatos para dejarlos a un lado antes de ponerme el pijama.

Mañana tendríamos una conversación él y yo seriamente.

IMPOSSIBLE L♡VE {#1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora