Capítulo 11

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Bostecé mientras me estiraba en la cama.

¿Ya se había hecho de día?

Abrí los ojos para comprobar que, efectivamente, era de día y de que Christian ya se había ido de mi cuarto.

Suspiré para ponerme de pie e ir a asearme al baño antes de bajar a desayunar.

-Buenos días.

-Llegas tarde. –Miré a mi madre alzando una ceja.

-¿Es que hay horario para desayunar?

-Claro, hija. Marga, sírvele el desayuno a Kristen, por favor.

-Por supuesto, señora. –La ama de llaves salió del comedor para dirigirse a la cocina.

-Hmm... ¿Robert y Christian?

-Robert ya se fue a trabajar y Christian salió en cuanto su padre lo hizo.

-¿Salió? ¿A dónde? –Pregunté frunciendo el ceño.

¿A dónde iría tan temprano?

-No lo sé, hija, no lo sé. –Fui a preguntarle que diablos le pasaba cuando Marga entró con mi desayuno en las manos. –Recuerda que esta noche es la cena de navidad.

-Sí, lo sé.

-¿Y ya tienes el vestido?

-Buscaré alguno en el armario.

-Debes comprarte uno, Kristen.

-¿Por qué? –Pregunté aún con la tostada en la boca.

-¡Por Dios! ¿Quieres comer con la boca cerrada? ¿Qué educación es esa?

-No, gracias. Prefiero comer en mi habitación a solas. –Dije agarrando la tostada medio mordida y el vaso de zumo de naranja para subir a mi cuarto.

¡Pero qué irritante se había levantado esta mujer hoy! Y encima pretendía que me comprara un vestido solo para una cena...

¡Pues lo llevaba claro!

●●●

Cerré el grifo de la bañera una vez que se había llenado para meterme en ella.

Que bien se sentía el agua caliente. 

Apoyé la cabeza en el borde de la bañera para cerrar los ojos.

Lo único que me hacía falta en estos momentos era ese agradable silencio y...

El sonido de la puerta abriéndose hizo que abriera los ojos rápidamente.

-¿Pero qué diablos haces aquí?

-En la habitación no estabas... Respondió encogiéndose de hombros antes de cerrar la puerta tras él.

-Deberías salir, Chris. Alguien puede entrar y verte aquí.

-Nadie entrará, para eso están las llaves. –Dijo señalando con la cabeza hacia la puerta del baño.

-¿A dónde fuiste esta mañana?

-A visitar a un amigo.

-¿Qué amigo? –Pregunté viendo como se desvestía.

-Hazme un hueco. –Me hice hacia delante para que pudiera ponerse detrás y así yo poder apoyar la espalda en su pecho. –Y es un amigo que no conoces.

IMPOSSIBLE L♡VE {#1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora