Capítulo 12

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-¿P-papá?

-¡Hija! -Rápidamente se acercó a mí para abrazarme. -Pero mira que guapa y que grande estás, cariño...

Sin poder evitarlo, unas cuantas lágrimas rodaron por mis mejillas mientras seguía abrazándolo.

-No puedo creer que estés aquí... Murmuré separándome para limpiarme las lágrimas antes de centrarme en mi novio.

No cabía duda de que todo esto lo había hecho él...

-Hola, Clere.

-¿Qué haces aquí, Mason?

-También me alegro de verte. -Le respondió antes de girarse hacia Robert. -Señor Reidy.

-Comandante Miller. -Ambos hombres se estrecharon la mano con total educación. -Pero no se quede en la puerta. Pasemos al salón.

Enseguida asentí para agarrar la mano de mi padre y arrastrarlo al salón conmigo.

-¿Quieres algo para comer?

-No, ya cené con los soldados, cielo, gracias.

-¿Y algo para beber?

-Bueno, a eso no me puedo negar...

-¡Genial! –Me puse de pie. –¿Puedes acompañarme a buscar algo, Christian?

-Por supuesto. –Respondió siguiéndome hasta la cocina.

Sólo deseaba que Marga no se encontrará allí para poder hacer lo que tantas ganas tenía de hacer. 

-Te quiero, te quiero, te quiero... Grité susurrando mientras que no dejaba de besarlo.

-Y yo a ti, Kristen, por eso lo hago.

-De verdad, no sabría como pagarte todo esto, Christian.

-Yo si que lo sé. –Sonrió de lado. –Esta noche. Tú y yo en tu cama. -Le sonreí de oreja a oreja antes de volver a devorarlo tiernamente.

-¿Joven Christian?Ay, madre. ¿Señorita, Kristen?

Me alejé lentamente de Christian con temor a conocer la reacción de Jack, el chófer, que no sabía que diablos hacía aquí a estas horas.

-Esto... No es lo que parece, Jack. Christian y yo...

-Kristen y yo somos novios. –Confesó él mientras que yo abría los ojos de par en par. -Y te lo cuento porque sé con certeza que no dirás nada. Confío en ti.

-Sí, pero... -Volvió a mirarnos a ambos confundido, pero finalmente terminó asintiendo con la cabeza. –Está bien, no le diré nada a los señores.

-Gracias. -Suspiré aliviada. -Estamos buscando el momento adecuado para... –Callé en cuanto Marga entró a la cocina mirándonos a todos intrigada.

-¿Qué hacéis aquí? La señora Clere quiere saber porqué tardáis tanto.

-Solo hablábamos con Jack, nana. Ya vamos.

-Bueno, id yendo vosotros y ya me encargo yo de las bebidas. –Christian y yo asentimos antes de salir dejando a los dos empleados en la cocina. 

-Tranquila, Kris. Jack no dirá nada.

-Lo sé, pero es inevitable que no me ponga nerviosa...

IMPOSSIBLE L♡VE {#1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora