Capítulo 11

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Antes de conocerlo

Nos encontrábamos frente al closet, el cual ocupada toda la pared, Juan abrió un poco y pude ver algo pero lo cerro inmediatamente y se dirigió hacia mí.

­-Luna antes que nada debo decirte varias cosas.

No respondí, solamente guarde silencio, no quería pelear de nuevo.

-Siéntate -ordenó.

Me senté al filo de la cama y él tomó una silla y se sentó al frente, saco de su pantalón una pistola y la dejo sobre la pequeña mesa que estaba al lado de la cama. El cuarto en el que me encontraba era un poco más grande que el otro, este tenía una cama mediana solo para una persona, el closet, la silla y la mesa pequeña, además tenía otra puerta que supuse era el baño y un baúl al final de la cama.

-Como lo sabes estas aquí por Pablo ya sabrás el porqué, cuando él nos comentó de ti nos dijo que sabes mucho acerca del manejo de computadoras y programación, eres muy buena con los códigos y además de poder entrar a cualquier página privada con tan solo algunas mañas entre otras cosas más de esos dotes y nosotros te hemos investigado durante casi un mes. Luna, sabemos todo de ti hasta los detalles más pequeños lo sabemos, y aun concretamente no sabemos que hacer contigo porque nos sirves para dos cosas que a nosotros como organización nos conviene. Queremos dejarte claro que lo que somos no es cualquier juego y ya te darás cuenta cuando te muestre lo que hay detrás de aquel closet y en la planta baja y también quiero que tengas claro que cualquier tarea que vayas a hacer nosotros estamos por encima tuyo y que debes guardar silencio. Conocemos a tu familia, que haces, en qué lugares frecuentas, tus padres y hermanos. Apuesto a que te preguntaras porque tu familia no está buscándote y es que no te preocupes porque ya nos hemos encargado de eso, Pablo aun nos es útil porque Pablo a pesar de que haya pagado su deuda con nosotros tiene los minutos contados, pues bueno como te decía ya hemos pensado en todo y hemos hecho llamar a Pablo y él les ha dicho que hoy te quedaras a dormir en su casa así que tenemos toda la noche y quiero que te portes bien, eres inteligente y no quiero hacerte daño, si ves esa pistola ¿verdad? -Con su cabeza señaló la pistola que reposaba sobre la mesa -no quiero hacerte daño con ella ¿entiendes?

No respondí, ya me había quedado verdaderamente asustada y sorprendida, mis padres ni siquiera sabían que estas personas me habían secuestrado, estaban en casa tranquilos, no sabía a qué se refería con lo de las tareas que aún no habían elegido cual encargarme y solo decidí quedarme callada porque nuevamente las lágrimas se me iban acumulando.

-Luna, es mejor para ti obedecer, es mejor que te portes bien que sepas que cualquier cosa que hagas nosotros vamos a hacerte pagar con las personas que mas quieres. No hagas que lastime a nadie o que los hermanos lastimen a alguien de tu familia, no lo quiero hacer de verdad -dijo mientras me levantaba el mentón con su dedo índice.

Solamente levante las rodillas, las rodee con mis brazos y empecé a llorar como ya hacia vario años que no lo hacía, llore porque de verdad me sentía mal, porque me sentía impotente, porque no era mi culpa estar aquí, me habían traicionado y eso de verdad dolía.

-Luna, hoy dentro de unas horas vas a conocer a quien definirá tu futuro en esta organización y quiero que colabores porque en si de él depende tu vida.

-Juan -dije entre sollozos aun con mi cabeza hundida entre mis piernas -Me podrías decir cuáles son esas tareas -pregunté.

-Por el momento solo te podre dar una pequeña idea- se levantó y caminó de un lado para el otro, podía oír sus pisadas -la primera es una que te conviene a ti y que si nos eres fiel y prometes fidelidad con MARAH podrás seguir aquí llevando una doble vida, pero aquí con tu familia y tus sueños. La otra por el contrario implica que viajes, te alejes y en si es como si desaparecieras.

A 1300 Kilómetros de DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora