A 1300 Kilómetros de Distancia

Capítulo 13

La decisión

La voz de mi mamá me despertó, estaba algo sorprendida, según lo que me había dicho Juan yo debía despertar en casa de Pablo pero había despertado en mi casa, en mi cuarto.

-Hija, Pablo me dijo que ibas a pasar la noche en su casa, ya que tenían un trabajo en grupo y era muy largo ¿Qué paso? -preguntó mientras se sentada al borde de la cama.

-Pues llegué en la madrugada, ya sabes cómo tengo las llaves no quise despertarlos -respondí nerviosa, no sabía que decir no mucho menos quería contarle lo que había pasado, Juan había sido muy claro con respecto a las consecuencias que habrían si es que decía algo.

-Está bien, entonces ponte rápido el uniforme que debes ir al colegio, te haré el desayuno -me besó en la mejilla y salió del cuarto.

Me levanté y fui al baño rápidamente, puse el seguro y me revise si tenía algún golpe o alguna marca de la noche que había pasado. No había nada decidí ducharme rápidamente y salí a colocarme el uniforme. De la nada Landon pasó por mi cabeza, no sabía dónde estaba mi celular pero supuse que estaría en mi cuarto todas mis cosas estaban así que empecé a buscar rápidamente por todos lados, finalmente encontré mi celular en el armario, lo prendí, lo revisé todo estaba completo pero lo que si habían eran muchos mensajes de Landon, los leí todos, estaba muy enojado.

-Luna, en la noche hacemos nuestra videollamada, te quiero no me hagas esperar mucho (a las 17:00 pm de ayer)

-Amm no has contestado mi mensaje, aun no has de llegar a casa pero cuídate y te quiero mucho (a las 20:00 pm de ayer)

-En dentro de unas dos horas, saldré del trabajo pedí permiso para salir más temprano y hacer nuestra videollamada <3 te quiero (a las 23:00 pm de ayer)

-Ya mismo salgo, a las 2 de la mañana conéctate en Skype <3 y responde mis mensajes (a la 1:00 am de hoy)

-Luna, ya llegué a casa, debes responderme los mensajes, ¿Dónde estás? ¿Estás? De verdad me estoy empezando a molestar, todo el dia sin ningún mensaje tuyo (a la 1:30 am de hoy)

-Son las dos ¿Dónde estás? De verdad Luna hoy teníamos nuestra primera cita y no me respondes (a las 2:00 am de hoy)

-Creo que no te vas a conectar, ok Luna pensé que lo de nuestra cita iba a hacer algo lindo entre los dos pero ya veo que no te importa, cuídate y mejor es que me aleje de ti. Adiós Luna yo no te buscaré trata de no buscarme tampoco (a las 3:30 am de hoy)

Landon me iba a matar eso de seguro y no tenía una excusa razonable para poder justificarme y que él me perdone. Opte por la mejor opción que era de no responder y enviarle un mensaje cuando ya esté en casa, es decir, tipo por la noche la tarde o la madrugada dependiendo como iban las cosas; en este momento no tenía tiempo para preocuparme por él ahora me preocupaba mi futuro y todo lo que había pasado ayer por la noche, tenía miedo eso sí pero no quería arriesgarme, dejarme llevar por mis impulsos locos y meter a mi familia en problemas por el estúpido de mi mejor amigo, sus estúpidas drogas y sus estúpidas decisiones.

Tenía que irme al colegio, tenía que actuar normal nada había pasado si me ponía a llorar si tan solo daba una señal de que algo había pasado conmigo la noche de ayer todo el mundo se daría cuenta y todo iba a empeorar, aunque a estas alturas no sabía si ya no todo esto era peor. Salí a la cocina y ahí estaba mi madre, mi madre era pequeña me llegaba al hombre y era delgada ya tenía su edad avanzada, puesto que yo era su última hija, ella y yo no éramos las mejores amigas desde siempre teníamos problemas, yo no era la hija mujer sumisa que piensa que todo el mundo gira alrededor de un hombre, siempre he sido la hija rebelde que lucha por sus ideales, que lucha por sobresalir y lo fundamental que lucha por no ser una mujer sumisa, yo era tipo como un hombre con cabello largo, un par de tetas no tan grandes y un hermoso rostro y una finita voz pero aun así mi comportamiento jamás era de una chica femenina, teníamos discusiones a mí no me gustaba su idea de mujer sumisa y a ella no le gustaba mi idea de mujer al poder pero la quería un poco, solo un poco porque a pesar de todo era mi madre pero la verdad no la amaba. La verdad jamás había amado tanto creo que no sabía ni siquiera lo que era amar. Ni siquiera sabía que era decirle un Te Amo a una madre. Ella estaba de espaldas, era un poco morenita, pero no porque sea así sino que su trabajo implicaba de estar mucho tiempo en el sol, su cabellera larga y negra, siempre con su vestir justo lista para el trabajo, cuando me vio entrando en la cocina dijo: