Su nombre
Aquella mañana era muy fría, no dejaba de pensar en porque me había enamorado de Lenin, jamás había creído en el amor a primera vista pero lo que pasó fue hermoso y como todo... duró poco, traté de pasar de tema y sentí la necesidad de saber el nombre del chico de Perú necesitaba en verdad, la conciencia me pesaba muchísimo por lo que decidí hacer un plan para obtener su nombre y a la vez que no se enoje.
Pensé y pensé hasta que se me ocurrió hacerme pasar por una amiga mía y preguntarle cómo se llamaba con el fin de que piense que no era yo, era perfecto, era magnífico así que decidí ponerlo en práctica.
Ya se acercaba la hora de salir del colegio y estaba todo mentalizado, en toda la mañana no había recibido ningún mensaje de él supuse que estaba trabajando por lo que no quise molestarlo hasta llegar a casa y mandarle un mensajito pequeño.
Salí de prisa del colegio ya eran las tres de la tarde, tomé el autobús y mientras iba a casa veía el paisaje, recordé muchas cosas que me hacían feliz y otras que me entristecían, pensé en el cielo y en lo hermoso que sería poder tocarlo o volar.
Cuando bajé del autobús camine hacia mi casa; al estar allí y después de saludar a mis padres me conecté rápidamente a Facebook no había ningún mensaje de nadie y de la nada recordé que mi amigo peruano y yo solo nos teníamos en WhatsApp y no en Facebook bueno no importaba así que abrí mi WhatsApp y nada, por lo que decidí mandarle un mensaje cortito pero lindo.—Hola. Espero que hayas tenido una linda tarde, cuídate mucho —decía mi pequeño mensaje acompañados de tres corazones.
Esperaba con ansias su respuesta pero hasta que esta llegara iba a tardar mucho, eran las cuatro de la tarde debía de conectarse tipo siete de la noche, bueno hasta ese momento decidí adelantar la cantidad de deberes que tenía, así que comencé con mi odiado Inglés hasta mi más amada Matemática.
Después de unas cuantas horas estaba exhausta me dolía todo lo que se podía llamar cuerpo, así que decidí darme un merecido descanso, ya había caído la noche y eso significaba que la reina más hermosa del cielo oscuro había salido, dejé a un costado de mi escritorio el celular y salí de mi habitación.
Cuando estuve afuera, era hermosa, siempre tan brillante e imponente, siempre tan sola y tan fría como yo... Desde que había dejado de autolesionarme con cuchillas ella fue mi única compañía, fue a ella a quien dedicaba tantos poemas llenos de versos de amor, quería hacerle sentir que es amada por alguien desde la Tierra, la podía admirar y podía decir miles de cosas que al entrar a mi habitación olvidaba.
Decidí entrar después de despedirme de ella, hacía frío mucho en realidad y debía terminar mis tareas, cuando tomé mi celular había llegado un mensaje... era "Él" me alegre muchísimo y lo leí rápidamente.—Ay que linda. Espero lo mismo para ti —decía.
Mientras lo leía me acordaba el plan y supe que era la oportunidad y debía ponerlo en práctica, debía ser cautelosa y saber muy bien lo que decía para no echarla a perder.
—Hola soy una amiga de Luna apuesto a que tú eres el amigo de Perú que ella tiene verdad —respondí.
—Si soy yo y un gusto conocerte —puso.
—Luna me dijo tu nombre pero no me acuerdo me dices porfa —pregunté.
—Mi nombre es Santiago.
—Mentira ese nombre no era, era otro no mientas yo me acuerdo cuando me lo dijiste esa noche —respondí.
¡¡No, no y mil veces no!! Había arruinado el plan como se me pudo haber salido, obviamente lo iba a notar que tonta, ahora se iba a enojar.
—Tú no eres la amiga, tú eres Luna —respondió.
—No eso no es cierto —mentí.
—Deja de fingir me estoy enojando.
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A 1300 Kilómetros de Distancia
RomansaAutora: A ti que estás leyendo esto... a veces la vida es como un arco y tú eres como una flecha, muchas veces te hala tan atrás que piensas que jamás vas a poder de nuevo sobresalir pero llega un momento en el que por fin te suelta y sales hacia d...