HIJA DE APOLO| NICO DI ANGELO

El hijo de papi

El bullicio cesó. Las criaturas se giraron a ver, En medio de las puertas estaba Suselle.

Cual cabello blanco como la nieve, ojos azules que te penetraban y te confundían al mirarlos, su rostro era acariciado por pocas pecas.

No era la misma Suselle que conocí, la Suselle que veía ahora era diferente.

Entro con autoridad, cabeza en alto. Llevaba puesta su armadura de combate, en la mano derecha sostenía con firmeza un látigo dorado que resplandecía como un rayo de sol.

Buscaba algo, su miraba vagaba por todo el panorama, hasta que...bingo. Supe que no era algo, sino alguien.

Mantuvo la vista fija en la arpía de plumaje negro.

-¡Arpet!-grito Suselle.

La arpía alzo la cabeza y sus alas.

-Pero, ¡Qué es esto? -gruño Helios

-Yo me encargo- siseo Arpet

- ¡No, Suselle, vete, sal de aquí! - grite.

En un segundo dado entre en pánico, había vislumbrado el futuro y sabía que pasaría, no quería que le pasara nada.

Ella se volvió a mí, y con su miranda me dijo todo.

Era obvio que no entendía el hecho de que yo estuviera ahí, en el mismo lugar que ella.

Siempre acostumbrábamos a sentarnos juntas en la clase de Doctrinas, pues a mí me gustaba como daba la clase el señor Harrison, y a ella también. Extrañamente siempre sabia algunas cosas que ni el mismo profesor sabia, y a mí eso me hacía flipar. Jamás entendí por qué Liam no se fijó en ella, con lo hermosa que era, pero a mi hermano le gustan morenas, y Suselle me había contado que ella había nacido con el cabello blanco, a lo que yo jamás le creí.

Pero hoy lo imposible, es posible.

- ¿Qué es esto?, ¿Qué haces aquí?

-Huye Suselle

- ¡Si Suselle, huye, no vaya a hacer que te quite ahora si la vida! - dijo la arpía con voz chillona haciéndome burla.

Suselle la miro con odio.

No es tu decisión, vengo a mi voluntad- me dijo Suselle.

-Pues yo te digo que tu voluntad está mal!

-¡Escúchala Suselle!- grito Liam

- ¿Liam?- se giró con asombro hacia la dirección de Liam.

Sus mejillas se ruborizaron, pero mantuvo su semblante serio.

- ¿Qué...no, eso quiere decir que ustedes son...

-Sí, Suselle. Somos semidioses- e dijo Liam

-Pero, ¿cómo?

-Hijos de Apolo

-Eso explica tu arrogancia- dijo Suselle con un poco de fastidio.

Una luz potente se alzó en lo alto del arco de piedra.

Las herraduras hicieron que gritara desgarradoramente.

- ¡POR FAVOR, NOO! - grite.

Las lágrimas salían de mis ojos. El sudor en mi frente, la sangre que brotaba de mis muñecas y tobillos.

- ¡GIG! - Grito Li8am

- ¡SUELTENLA MALDITOS! - grito Nico imponente ante la situación.

- ¡HELIOS, ¿QUÉ HACES?, SUELTALA! - dijo Suselle en tono firme.