Tan perfecta como te imagine

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Dos años después...


Dentro del baño se encontraba la chica, con cabellos dorados, ojos verdes-azules, una extraña combinación por su padre de ojo azul y madre ojo verde, era hermosa, digna de ser hija del dios Apolo.

Se encontraba mas delgada, desde aquella perdida tan grande que había tenido. Ya no le importo su salud, lo cual le trajo consecuencias, pues su cuerpo no respondía como antes, seguía practicando el volleyball, pero al no comer bien llego a parar varias veces al hospital, sus hermanos ( con los cuales había estado mas en contacto) le aconsejaron que no lo siguiera haciendo, que no llegaría a nada, la chica no les hizo caso, y sus hermanos lo sabían, y al ver que no respondía, decidieron decirle a Will sobre el asunto, Will por su parte se puso histérico, y el mismo se encargo de ella. Gigi había creído que su segundo hermano mas importante la regañaría, pero Will simplemente llegó, la abrazo, "Cuéntame qué haz estado haciendo" y la llevo consigo.

(Al día siguiente...)

¿Y Nico?, te preguntaras de Nico, bueno, el dulce príncipe se encontraba en la universidad, lejos de ella, y cada que hablaban la chica fingía estar bien, y el chico presentía, claro, su amada no estaba bien, así que un día, la universidad les aviso a sus alumnos que no tendrían clases una semana, el chico viajo y llego al departamento en donde vivía Gigi, con su tía, a quien ya se había ganado, pues ante la seriedad que poseía el chico a la tía le pareció bien, " Me gusta, no es como los otros chicos locos, que solo quieren sexo, espero y en verdad te quiera" le había dicho a Gigi.

Nico al ver lo delgada que estaba su amada se puso pálido, no creía que ella estuviera así.

No dijo nada, la chica estaba en shock, Nico estaba ahí, enfrente de ella, estaba sorprendida pues no le había avisado.

El chico recorrió su mirada por todo el cuerpo de su chica, a la cual le provoco un escalofrió. Gigi se cruzo de brazos como si se estuviera protegiendo, traía puesto unos shorts de pijama y una blusa de tirantes de seda.

-Cuando llegaste tu te metiste en mi ser, tanto tiempo busque, y al fin te encontré, tan perfecta como te imagine... Y, No me gusta verte así- dijo Nico con un tono seco.

Gigi bajo su vista y apretó más su auto abrazo.

-¿Por qué no me dijiste de tu problema?- se acerco más a ella- ¿Sabes que me puedes decir todo, no?, ¿Gigi?

-Lo siento- contesto con un hilo de voz- no quería preocuparte... No, no tenias por que lidiar con mis problemas...

-Desde el día en que decidí estar contigo, decidí que tus problemas iban a ser míos, te he dicho que te amo, y eres lo mas importante para mi, y quiero que estés bien.

Nico poso sus manos en los hombros de Gigi. La chica levanto la vista con los ojos rojos, llenos de lagrimas.

-Yo ya pase por esto, y no quiero que tu lo hagas.- dijo Nico

Las lagrimas caían y caían de la chica, como una vil cascada, no podía hablar, pues sabia que si lo intentaba iba a estallar. Sin embargo hizo un esfuerzo, suspiro y trato de aclararse la garganta.

-No se que decir... yo... yo...

-shh

El chico poso una mano en la cintura de la chica y la otra en la nuca y se unieron un beso hermoso, era lento, tierno, de esos en donde poco a poco te dan ganas de que no terminen, no era desesperado, sino necesitado; Después de tanto tiempo de no verse.

Las lagrimas seguían saliendo de los ojos de la chica, y no aguanto mas y comenzó a llorar rompiendo el beso, Nico bajo su mano, y la envolvió en un fuerte abrazo.

HIJA DE APOLO| NICO DI ANGELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora