Te amo II

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PARTE DOS

Estuvimos abrazados un rato mas, en lo que ella lo asimilaba, tal vez.

No sabia que hacer en este momento, así que simplemente la acaricie la cabeza en forma de consuelo.

Respiro profundo y se separo de mi con una sonrisa totalmente risueña. Sus ojos estaban un poco rojizos al igual que sus mejillas y la punta de su nariz, se veía como Rodolfo el reno, pero en versión tierna.

***

           





-Cierra tus ojos.

- ¿Para qué o qué?

-Necesito que...

-Nico, estas muy extraño hoy, me has dado una caja llena de cosas muy lindas, ¿qué te sucede?

Trate de que no notara que trague duro.

-Es parte del show- le dije encogiéndome de hombros para restarle importancia

-Eso lo decíamos los hijos de Apolo- me dijo una sonrisa

-Soy novio de una hija de Apolo, ¿qué esperabas?

Soltó una risita.

-Ven, vamos, ponte un pantalón, ¿o estas bien así?

- ¡Pero dime a dónde vamos!

-Es una sorpresa, no te puedo decir- le dijo con una leve sonrisa y encogiéndome de hombros.

Hizo una mueca.

-Está bien- me dijo.

Camino hasta donde estaba su ropa guardada y comenzó a elegir cual.

- ¿Te parece esta chamarra? - me dijo.

Era una chamarra gris con el logo de Walt Disney, un pantalón entubado, y unos tenis.

-Todo te queda bien, ¿Para qué me preguntas? – le dije

-Porque me interesa tu opinión, además, no creo que quieras que tu novia se vea fea, ¿ o si?

-Si
- ¿Sí?
-Si, bueno, no creo que eso sea posible, y también no quiero que te vean mucho, eres mía- le dije con un poco de desinterés.
- ¿Eskiusssmi? - me dijo
- ¿Qué? - le dije
-Yo no soy tuya eh, no llevo una etiqueta o un anillo que diga eso

Iba abrir mi boca cuando me interrumpió

-OK, Ya estoy lista, solo me pongo un poco de maquillaje.

 
Se puso algo en la cara, que según ella era una baby no sé qué, después se puso algo en las pestañas, mascara si no mal recuerdo, después se hecho un polvo en la cara, se pintó las cejas y ya por último los labios. No entiendo por qué tanto, solo con que se pusiera algo en los labios bastaba. En fin, mujeres. No me imagino cómo han de ser las hijas de Afrodita, ¡Uf!

 

Me senté a los pies de la cama mientras ella guardaba su maquillaje y ordenaba un poco sus cosas.
-Ya- me dijo ajustándose un poco el cabello
-No te amarres el cabello
- ¿por qué no?
-Por, por, porque si-  sentí como me subía la sangre a las mejillas, detesto eso.

Me miro con una ceja levantada y sostuvimos la mirada por segundos.

-Está bien- me dijo después con una sonrisa y encogiéndose de hombros.
Sentí un pequeño alivio.

-Cierra tus ojos- le dije detrás de ella
-Está bien

Con una mano en su cintura y otra en sus ojos por si acaso, nos sumergimos en la oscuridad, había estado tratando de descansar lo máximo pues este viaje en sombras sería un poco largo, haríamos dos paradas para que no me cansara tanto.

HIJA DE APOLO| NICO DI ANGELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora