Epílogo

471 50 31
                                    

—¿Es esto necesario? Parece un intento de secuestro —le dije a Ross, después de diez minutos siendo dirigida hacia quién sabe dónde, con un pañuelo cubriendo mis ojos.

—Sabes que todo estará bien, camina despacio, estamos en bajada —me adivirtió y me sujetó más fuerte por la cintura— Además, amarías ser secuestrada por mí —murmuró, con una voz extremadamente atrayente, muy cerca de mi oído.

—Idiota —musité, con una sonrisa asomándose de mis labios.

Caminamos algunos metros más y, finalmente, nos detuvimos. Sentí como la calidez de sus manos dejaba mi torso, para desatar el pañuelo. Cuando me despojó totalmente de él, lentamente abrí los ojos y pestañeé, para adaptarme a la luz nuevamente.

—Wow —fue lo único que pudo salir de mi boca en ese momento.

Posicionado detrás de mí, me abrazó, sujetando mi cintura. Apoyó su barbilla en mi hombro y sonrío cuando entrelacé mis dedos con los suyos.

—¿Te gusta? —preguntó, en lo que sonó casi como un susurro.

—Definitivamente, le pegaste una patada en el trasero a los años anteriores.

El ambiente era sorprendente. Nos encontrábamos en una playa, una carpa blanca cubriendo una mesa rodeada por tres sillas, hermosa vajilla sobre ella, parecía un cuento de hadas, como siempre lo era para él durante nuestros aniversarios.

Pero, algo me seguía inquietando, y él pareció notarlo.

—¿Qué sucede? —inquirió, con preocupación, mientras depositaba un tierno beso en donde su cabeza seguía apoyada. Su barba de un día me causó cosquillas.

—Hay tres sillas —respondí, con el ceño fruncido.

—Las hay —afirmó, mientras se separaba de mí y sujetaba mi mano, dirigiéndome hacia la carpa.

Lo observé, vi un extraño brillo en sus ojos, y una sincera sonrisa estaba plasmada en su rostro, ¿qué era lo que estaba pasando? La situación me inquietaba bastante, no entendía qué podía ser. Tal vez, simplemente había sido un error de quien sea que había organizado todo. Pero Ross no estaría tan calmado si hubiera sido así, ¿qué diablos sucedía?

Su risa me despejó de mis pensamientos.

—Es tan gracioso cuando intentas resolver las cosas sin preguntar por ayuda cuando sabes que la necesitas, sólo hazlo.

Suspiré y reí también, a veces olvidaba el hecho de que llevábamos cuatro años de relación, Ross me conocía tanto como yo a él.

— ¿Por qué la tercer silla? —finalmente pregunté.

Aclaró su garganta antes de hablar, señal de que este discurso estaba previamente escrito, leído y ensayado.

—Bueno, tenemos una visita muy especial, y no podía esperar mucho tiempo para llegar. Aunque yo hubiera querido hacer esto de una manera normal y no tan especial, esta persona decidió hacer exactamente lo mismo con cada ser que fuera cercano a él, ¿puedes creerlo?

Fruncí el ceño, ¿a qué diablos se refería?

—Sinceramente, no tengo la más mínima idea de a qué punto quieres llegar, ¿quién es tan especial como para requerir eso?

—Bueno, eso rompió un poco mi corazón, Laura —dijo una voz que llevaba cuatro años sin escuchar, detrás de mí.

Me costó horrores reaccionar, y la media vuelta que hice sobre mis talones fue la más lenta de mi vida. Una vez que hice eso, simplemente quedé estática, no podía moverme de mi lugar, sólo sonreí y un sollozo se escapó de mí.

— ¿Cómo es esto posible? —pregunté, en un hilo de voz, seguía sin creer lo que se presentaba ante mis ojos.

—Solo voy a decir que rompí casi todas las reglas de mi vida al hacer esto, pero cada ruptura vale la pena. Ahora ven y abraza a este viejo amigo.

No sé cómo, pero reaccioné y fui a abrazarlo.

—Nunca creí que volvería a verte, Calum —dije entre sollozos de felicidad.

—Y yo nunca creí volver a escuchar ese nombre, los extrañé, demasiado.

Inmediatamente, Ross se había unido al abrazo y entre los tres comenzamos a formar un mar de lágrimas.

El ambiente no podía ser más perfecto, todo era en color de rosa, la alegría, la tristeza, el amor, y todos los sentimientos que pasaban por nuestro cuerpo estaban en la armonía justa para hacer el momento mágico.

Y eso sólo era el comienzo.

Ross se separó de nuestro abrazo grupal, lo cual me sorprendió un poco. Empecé a verlo preocupado y algo tembloroso, me asustaba su actitud.

Estuve a punto de preguntarle qué sucedía, hasta que aclaró su garganta y se arrodilló.

Mis piernas temblaron, y mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, mientras Calum me sostenía para que no caiga.

—Bueno, creo que ya estás captando mi mensaje —dijo, con una voz temblorosa y una sonrisa en su rostro, mientras sacaba una pequeña caja roja del bolsillo de su traje.

Lo único que pude hacer fue reír, no estaba muy segura de mis acciones.

—Laura Marie Marano —pronunció, mirándome a los ojos—, pasé años de mi vida contemplándote, pensando en ti, y en cuán hermosa eras, en cuán hermoso hacías a este mundo con tu presencia. Eres la mejor persona que conozco, con tus virtudes y pocos defectos. Cada vez que sonríes, el amor que tengo por ti, crece un poco más. Te amo con cada célula de mi cuerpo, y cada vez que mi corazón late más rápido, es a causa tuya, cada uno de esos latidos te corresponde. Me siento el hombre más afortunado del planeta al estar contigo, y no quiero a nadie más a mi lado, solo te quiero a ti. Quiero que el resto de mi vida se transforme en el resto de nuestras vidas. Así que, Laura... ¿Quieres casarte conmigo?

Para ese punto, yo era un mar de lágrimas de felicidad, y ninguna palabra podía salir de mi boca, así que hice lo único que me hacía sentir segura y estable cada vez que lo hacía. Me abalancé a sus brazos y lo besé. Lo besé con todo el amor que tenía, lo besé para agradecerle cada palabra, lo besé por elegirme, y lo besé porque yo también lo elegía, nos elegía.

Elegía ser feliz por siempre y para siempre, libre de pesadillas y temores, llena de amor, comprensión, y un compañero de vida, que sabía que nunca iba a abandonarme.

________________________________________________________________________________

Esto sorprende a todo el mundo, hasta a mí me está sorprendiendo. ES CIERTO, ES VERDAD, EL EPÍLOGO DE TIGHTROPE, CON EL ÚLTIMO CAPÍTULO MÁS EXTRAÑO DEL MUNDO, PERO CON EL EPÍLOGO MÁS FELIZ DEL UNIVERSO, WIIIII. 

Sinceramente, yo a esta novela la consideraba abandonadísima, pero surgió la inspiración, a todo esto lo escribí en menos de una hora, las palabras surgían solas, y está recién salidito del horno. 

Ni siquiera sé si alguien sigue leyendo Tightrope, pero, si lo hacen, aquí tienen, consideren esto un regalo de navidad. Soy una persona a la que no le gustan las cosas a medio hacer, no me iba a rendir, sólo digamos que fue un pequeño break. But, anyway, viví ocupadísima, así que hubiera sido lo mismo si ese "CANCELADA" hubiera estado en el título o no, porque tampoco iba a poder escribir. Peeero seguramente nada de esto les interese.

MUY FELIZ NAVIDAD, AÑO NUEVO, CUMPLEAÑOS, VIDA. Ojalá que hayan tenido un buen año y que lo terminen espectacularmente bien, ojalá todos sus deseos y metas se hayan cumplido, y si no lo hicieron, que este 2017 llegue con las mejores cualidades para hacer todo lo que quieran y se propongan posible. 

Ahora sí, oficialmente, Tightrope ha sido finalizada. Hasta la próxima, ojalá nos encontremos otra vez en alguna de mis locuras literarias, o en las suyas, adiósss. 

Con amor, Fati. 

Tightrope. || Raura. || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora