Parte 4

3.2K 307 56
                                    


Al día siguiente, aprovechando que Granny se encontraba sola en la cocina, Emma no contuvo el impulso de preguntarle sobre la vida pasada de Regina, en la que, según Henry, había mantenido una relación con otra mujer.

«Granny...ayer el hijo de la señora Regina comentó sobre su otra madre y no entendí muy bien...¿tiene dos madres al mismo tiempo?» preguntó Emma «Si no quiere o no puede hablar, no se preocupe, lo entenderé» añadió fingiendo contrariedad.

«¿No sabía que la patrona estaba casada con otra mujer?» preguntó la anciana

«No...no lo sabía...» murmuró, claramente sorprendida

«Habrían cumplido diez años de casadas si no se hubiesen separado. Por cierto, el niño es adoptado»

«¿Es por eso que, a veces, la señora Regina se muestra tan fría con él?»

«¡Para nada! Lo que pasa es que la separación la golpeó mucho...» dijo Granny «Para nadie es un secreto que la patrona tiene un temperamento fuerte, pero empeoró mucho tras separarse de la esposa» añadió, con expresión afligida

«¿Y por qué se separaron?»

«Se lo voy a contar porque siento que es una muchacha de confianza...»

«Gracias, Granny» dijo Emma, exhibiendo una débil sonrisa

«Bueno, un día, la patrona volvió más temprano...»

«¡Dejamos los cotilleos y volvemos al trabajo!» interrumpió Ruby

«No estamos cotilleando, estamos conversando» dijo Emma

«¡Para mí es lo mismo! Creo que es mejor que vaya a cuidar al niño...se ha metido en los establos y si la patrona lo encuentra solo por allí, estará perdida...» dijo ella, y sin contestar, Emma corrió hacia fuera.

Pasaban algo más de las tres de la tarde. Emma volvía con Henry hacia la casa grande cuando, sin querer, chocó con Killian Jones, el nuevo veterinario de la hacienda.

«¡Perdón...soy un desastre!» dijo ella, ayudándolo a recoger algunas cosas que se cayeron al suelo

«No se preocupe, estas cosas pasan» dijo él, esbozando una gran sonrisa «Soy el veterinario de la hacienda...¿y usted, linda moza?» preguntó él

«Soy la niñera del hijo de la patrona» respondió ella

«¡Chico con suerte, eh!» dijo Killian, revolviendo los cabellos de Henry

«Emma, voy a buscar mi libro que lo he olvidado en los establos» dijo Henry, echando a correr.

Minutos después de la partida de Henry, Regina apareció y no escondió el desagrado ante aquella escena de una Emma demasiado sonriente en presencia de aquel hombre que acababa de llegar a la hacienda. Si su humor ya no era de los mejores, aquel momento solo sirvió para volverlo peor, y a paso largo y preciso, se acercó repartiendo latigazos a las "indefensas" plantas que se encontraba por el camino.

«¡Su puesto de trabajo no es aquí, Jones!» dijo Regina, sin delicadeza alguna.

«Solo estaba...»

«Si no quiere trabajar, dígamelo, y su contrato queda rescindido ahora mismo» lo interrumpió

«Que tenga un gran final de tarde, hermosura» dijo él, marchándose rápidamente

Mientras Killian volvía a su puesto de trabajo, Regina mantuvo una mirada severa direccionada a Emma, y al hacer amago de ir a hablar, uno de los peones se acercó, agarrando a Henry por los brazos, informando que por poco el niño no había sido coceado por uno de los caballos.

InfidelidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora