²ERUPTION

ONCE

CAPÍTULO ONCE.

      —Emmett, si alguna vez tenemos hijos, el Mardi Grass será la razón—, Violet se balanceó entre claros postes mientras caminaban por las vacías calles del barrio francés. Ella reía, disfrutando a pesar del frío viento. Se habían alejado hace rato de la calle Bourbon y entraron a una de las partes más oscuras de la ciudad.

      Las calles estaban en silencio, lo suficiente para escuchar un vehículo avanzar a tres calles de distancia y, claro, el resonar de los pies de Violet mientras bailaba.

      Emmett rió, más relajado que lo usual, aquí no había amenaza alguna de los Volturi, sólo su preciosa esposa sin temor alguno. Ella hablando de niños lo hacía pensar que tenían una oportunidad después de esto, como si la vida estuviera a mano con ellos.., y por eso suspiró con calma.

      Violet lo notó, pero no lo pensó mucho, sabiendo que era mejor sólo dejarlo ser —. Entonces, ¿dónde encontraremos a Garret y Stone?

      Emmett silbó fuertemente, asintiendo hacia un hombre británico cantando fuertemente mientras avanzaba por la calle. Él se encontraba solo, una gran guitarra en su caja mientras danzaba de un lado al otro. La desagradable tonado hizo que Vi gruñera molesta, ella lo mataría ella misma si no pudiera predecir lo que sucedía.

      Un reflejo repentino de rubio cabello y pálida piel apareció frente a ellos al otro lado de la calle y lo atrajo al callejón más cercano.

      Su bajo y ahogado imploro de ayuda hizo que Vi mirara a Emmett con curiosidad. Su sonrisa era profunda, sus ojos brillaban ante encontrarse con sus mejores amigos —. Vamos.

      Ellos aceleraron para encontrar a Garrett pararse frente al callejón, pies lejos de la luz de calle. Si él había notado a la pareja, no les reconoció, mientras chasqueaba la lengua molesto y giraba la cabeza —. ¡Cállate! Odie la primera invasión británica y odie la segunda aún más. 

      Emmett decidió hablar entonces, su mano alrededor de los hombros de su prometida mientras ella seguía observando la interacción —. ¿Incluso los Beatles? ¿En serio, Garret?

      —Mejor ellos que yo—, apareció Stone al otro lado, saliendo frente a la luz con una sonrisa. Sus ojos observaron al pequeño grupo, incluyendo al hombre que estaba a punto de convertirse en la comida. A pesar de que sus ojos se hubieran encontrado la misma cantidad de tiempo sobre Vi que sobre Garrett y Emmett, ella no pudo evitar como si hubiera dicho algo para ella. Sus últimas palabras volvieron a embriagar su mente mientras se percataba que la única cosa que él había pedido aún no había sido cumplida.

      Ella volvió a la realidad cuando Garret se encogió de hombros —. Los viejos hábitos mueren duro.

      —Carlisle los necesita a ambos—, les cortó Vi, mirando entre ellos con seriedad para mostrar la urgencia de la situación. No importara cuanto quisiera quedarse en la ciudad, esa no era una opción. Los lloriqueos del hombre a punto de ser asesinado parecían ser desconocidos para ellos, incluyendo su intento de escapar.

      —Suena interesante, querida—, Garrett permaneció mirando a la hermosa morena. De lo que dijo Stone, ella no lo decepcionaba. Había algo sobre su postura, ella era pequeña pero no había duda alguna del fuego que escondían sus ojos. Stone tenía razón, ella no era alguien con quien joder.

      — ¡Ayuda! ¡Ayúdenme!—, intentó el hombre de levantar y sorprender a Stone, pero él fue rápido y se las arregló para envolver su palma alrededor de su garganta.

     —Pero primero, debo terminar mi almuerzo—, dijo Stone de forma casual y mordió la garganta del hombre. Garret se giró para notar que la cabeza de Emmett se giraba en la otra dirección mientras que Vi no parecía reaccionar.

      Sus oscurecidos ojos se encontraron y él le guiñó uno —. Será mejor que no veas lo que va a suceder.

      —No me revuelvo—, murmuró Vi y no lo hizo, ni siquiera cuando el cadáver del hombre cayó vacío al suelo.