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CAPÍTULO CATORCE.
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La hora de navidad les llegó mucho más rápido de lo anticipado y, mientras que los Volturi aún no llegaban, Emily Young lo hizo. Ella le envió una cadena de mensajes a Violet, recordándole que la Navidad era obligatoria, la guerra se aproximara o no, ellos festejarían y la morena no tenía opción en cuanto a atender las fiestas o no. Aunque una parte de ella estaba agradecida, ellos debían de compartir un momento de felicidad entre todos ellos. Emily también había mencionado que aquel mensaje no solo iba dirigido hacia ella, sino que a todos los que se encontraban en la residencia Cullen que se encontraran agradecidos con asistir, por lo que Vi apoyo a todos los vampiros para unírseles y, a pesar que algunos no querían, la gran mayoría lo hizo. Benjamin y su compañera, Tia, estaban allí, el clan Denali accedió sin problemas al igual que Garret y Stone. Apareció el grupo de Escocia, al igual que algunos nómadas que prometieron mantener su dieta en los límites.
Todos se encontraban en la casa de Sam, conversando uno con otro mientras Seth presentaba a los lobos con los vampiros e intentaba mantener a todos a su mayor nivel amistoso.
—Esto es lindo, algo raro, pero bueno—, murmuró Emmett al oído de Violet. Sus manos no habían abandonado su cuerpo desde que se reconciliaron, eran prácticamente inseparables. Su pulgar ahora permanecía presionado contra su espalda, acariciando en forma de círculos su suave piel.
Ella se acercó, levantando su rostro para encontrarse con su cara sonriente mirándole —. Oh, cállate, tú eres el raro.
—Lo dice la chica que literalmente puede prender una fogata con el chasquido de sus dedos.
—Touché.
—Ustedes dos son tan molestamente adorables—, les remarcó Kate, su nariz fruncida como si realmente intentara que fuera creíble su comentario.
Vi rió, irguiendo su espalda para poder mirar mejor a la rubia —. Gracias. Lo haríamos justo ahora sobre la mesa para probar aún más tu punto si no hubiera niños alrededor.
— ¿Qué niños?—, preguntó Jacob después de un momento de carcajadas, Renesmee aún no había aparecido ya que sus padres y el resto de los Cullen lidiaban con los visitantes que se habían quedado por lo que Jacob era cómodamente la tercera rueda de Violet y Emmett.
