CUATRO

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CAPÍTULO CUATRO

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CAPÍTULO CUATRO.

      Sus ojos danzaron alrededor de las interminables repisas repletas de comida, sus orbes color chocolate prácticamente vibrando de emoción

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      Sus ojos danzaron alrededor de las interminables repisas repletas de comida, sus orbes color chocolate prácticamente vibrando de emoción. Ella no sabía que elegir primero, qué deseaba más, o si ella podía tomarlo todo, pero este pequeño momento en su tiempo interminable le atrajo una gran alegría. Eran las pequeñas cosas las que le hacían valuar ahora su vida inmortal. Su soledad ahora era una de las cosas con más valor para ella, por lo que ahora estar a solas en la tienda ya sabiendo su elección, pero actuando lo más humana posible y tomándose su tiempo.

      En lugar de sólo tomar la mochila, ella se paró, balanceándose en las palmas de sus pies y escuchando al mundo de afuera. Los sonidos ingresaron en sus oídos de una madre a tres repisas de distancia tarareando a su hijo recién nacido, quien dormía en silencio, el empleado al otro lado de la tienda maldiciéndose a sí mismo por olvidar traer su almuerzo o el patrón de pasos que se acercaban a donde ella caminaba, ella apreciaba su nariz ahora más que nunca. Le hacía sentir más humana, cerca de la Tierra.

      — ¿Vi? Es Vi, ¿cierto?—, una suave y femenina voz resonó en su dirección, su oscuro cabello marrón flotando alrededor de su ovalado rostro mientras ella se giraba a la chica.

      Una sonrisa danzó en sus labios cuando ella notó a la chica de pequeños anteojos, una alta cola de caballo y un gran buzo. Su perfecta memoria instantáneamente posando su espalda en la recepción de la de boda de Bella y Edward —. Angela, ¿cierto? ¿Te pasaba sodas con vodka cuando tú papá se daba la vuelta?

      La mencionada chica sonrió, empujando sus anteojos por sobre su pequeña nariz mientras que un profundo color recorría sus mejillas ante la sentencia sin pudor de Violet. Ella rió suavemente, asintiendo mientras su cabello saltaba —. Sí, esa soy yo. Gracias por eso por cierto.

      Violet se encogió de hombros de forma casual, acercándose a la chica al notar la carne y los vegetales en su canasta —. Entonces, ¿cómo haz estado? ¿Han sido qué..? ¿Dos semanas? ¿Desde la boda?

      Angela sonrió, sin preocuparse en lo absoluto por la cercanía de la chica. Ella no era como el resto de los Cullen, notó Angela, Violet era mucho más alcanzable. Claro, ella poseía unas sorprendentes y hermosas facciones y parecía ser miembro de la realeza, pero había algo en su sonrisa, era suave.., mucho más como la de una persona. Los Cullen sonreían, pero deberías lidiar con el rayo que te caería por su belleza, casi siendo alejados por ella, pero con esta chica.., con Violet era diferente. Angela podía sentir las iniciales olas de nervios desaparecer de sus hombros mientras se acercaba a Violet en lugar de alejarse.

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