¿Cómo lidiar con estos sentimientos? (Kumiko x Reina)

Recordando el pasado

Departamento de Reina.

- Ya te dije, no es necesario que me cuides, estoy bien...

- Sí, sí... dime todo lo que quieras, pero tu pie enyesado dice lo contrario, Reina...

- Y todo esto por querer salir persiguiéndote... - suspiró.

- ¿Uh? Pensé que disfrutabas del dolor, ¿por qué te quejas? - sonrió.

- Idiota... - suspiró. - por cierto, esto me recuerda a los viejos tiempos...

- ¿Viejos tiempos?

- Sí, ¿recuerdas cuando nos quedábamos a estudiar en tu casa? - rio. - claro que no lo recuerdas, te dormías la mayoría del tiempo...

- Si lo recuerdo... - infló sus mejillas. - recuerdo cuando decías cosas como... - sonrió.

- ¿Cómo?

- ¿Quién se duerme mientras estudia? - sonrió de manera maliciosa. - ¿quién quiere a Tsukamoto? - silencio. - ¿quién me quiere? - le saca la lengua. - yo también te quiero, Kumiko...

- ... - el sonrojo de la mayor era evidente.

- ¿Reina? ¿por qué estás tan roja? Hey Reina...

- ¡Idiota...! - desvió la mirada.

- ... - sonrió, satisfecha del efecto que produjo en su amiga.

- ¿Qué quieres hacer? - preguntó una vez su rostro volvió a la normalidad.

- Mmm... - miró los alrededores. - ¿tienes tu instrumento aquí?

- Ehm... sí, ¿por qué?

- Quiero oírte tocar... - sonrió. - como en los viejos tiempos...

- ... - sonrió. - está dentro de aquel closet, lo encontrarás fácilmente...

- Ok... - se puso de pie y se dirigió hacia aquel closet.

Al abrirlo, se sorprendió de lo ordenado y limpio que estaba - a comparación del suyo -; cogió entre sus manos la trompeta, aquel instrumento de viento, que con solo tocarlo, le trajo de vuelta sus hermosos recuerdos de las veces en que tocaron juntas, aquellas salidas por la noche al festival, los fuegos artificiales, la luz de la luna irradiando todo su esplendor en la chica que está a su lado; la victoria de la competencia junto a su primera pijamada juntas en la casa de la mayor; ese día, ambas recuerdan que estaban a solas pues los padres de Reina habían salido a un viaje de negocios; ese día, fue lo que marcó un antes y un después en su amistad.

Flashback.

- Woow, tu casa sí que es grande Reina...

- ¿Tú crees? Yo la encuentro bastante normal... - dijo con una voz plana.

- ¿En qué mundo vives, Reina? - suspiró resignada.

- ¿Mmm?

- Nada, nada...

- Si tú lo dices... - miró algo extrañada a la menor, pero decidió ignorar ese pensamiento y la hizo pasar a su casa. - como ya sabes mis padres no estarán en toda la noche, así que, ¿tienes algo pensado?

- Mmm... supongo que podríamos cantar un poco, ¿o no?

- ¿C-Cantar?

- ¿Mmm? No me digas que... ¿nunca has ido a un karaoke?

- Pues...

- Lo lamento...

- ¿Eh? ¿por qué? - la miró confundida. - ¿por qué te disculpas, Kumiko?