¿Tendré el valor de enfrentarte?

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Aunque Kumiko se mostró muy segura de su decisión frente a Reina, en su interior aún temía de Tsukamoto y de las posibilidades. No estaba segura de si realmente era lo correcto a pesar de que casi le restregó a la peli negra que sí lo era; la joven de cabello castaño decidió relajarse en el departamento mientras intentaba huir de la realidad y de sus arriesgadas elecciones.

Aquel día, a diferencia de ella, Reina debía estar temprano en la universidad, por lo cual la joven castaña debió quedarse a solas gran parte del día. Sin mucho que hacer más que ver películas o leer alguna que otra cosa, Kumiko decidió salir a dar una vuelta.

‹‹ ¿Debería ir a buscarla a la universidad? ›› pensó mientras salía del departamento.

-¿Oh? ¿Acaso es Kumiko? - la inconfundible voz de Asuka alertó a Kumiko del peligro que le venía por delante.

-A-Asuka... - rio de manera extraña.

-¿Enserio vas a seguir actuando como si yo fuera una sicópata? - cruzó los brazos y levantó una de sus cejas mientras esperaba una respuesta.

-Lamento eso - aclaró su garganta -. Es solo que... aún no me acostumbro.

-¿Mmm? - examinó a la menor de pies a cabeza - ¿A dónde vas tan arreglada?

-Ehm - dudó sobre la respuesta que iba a dar; ciertamente no quería sufrir una más de las bromas de Asuka.

-Bueno, supongo que ibas en busca de Kousaka, ¿no? - dijo con un tono de voz pícaro.

-¿C-Cómo lo supiste? - dijo sin pensar.

-¿Así que era así? - su sonrisa le dio mala espina a la menor.

-E-En fin, ¡debo irme! ¡Adiós! - como pudo, logró evadir a su antigua senpai y se dirigió al ascensor.

-Tch, esa Kumiko... - susurró para sí misma-. Bueno, supongo que iré a relajarme un rato por ahí.

Mientras tanto en la universidad, Reina esperaba que la clase terminara pronto para poder irse a casa; por otro lado, el profesor de turno parecía bastante interesado en extender la lección más de lo normal. Con un exasperado suspiro, la joven dirigió su mirada hacia la ventana; tenía suerte de que el salón donde se daba la clase fuera la parte frontal del edificio, por tanto, tenía vista periférica de la entrada de la universidad. Cuando vio a lo lejos a una joven de cabello castaño, sonrió.

‹‹Quién lo pensaría de ti, Kumiko›› pensó mientras apoyaba su barbilla en su mano.

-¿Kousaka-san? - la repentina voz de su profesor la sacó de su estupor-. Sé que mi clase a veces puede resultar tediosa; sin embargo, ¿podría darse el lujo de poner atención? -la voz del profesor mostraba una leve molestia.

-Mis disculpas, sensei-. Expresó la joven.

Luego de aquel leve intercambio la clase prosiguió; Reina dio un último vistazo a la ventana y se encontró con la sorpresa de que Kumiko ya no estaba ahí.

‹‹ ¿A dónde se habrá ido? ››

Nuevamente, pero con algo de preocupación y curiosidad, intentó prestar atención a los últimos cinco minutos de la clase de teoría musical II.

Cuando por fin el profesor terminó de dar las indicaciones para la próxima clase, que afortunadamente sería la semana siguiente, los estudiantes se levantaron de sus asientos y se dirigieron ordenadamente hacia la salida. Reina tomó rápidamente sus cosas y prácticamente corrió hacia la puerta; por otro lado, el profesor optó por retenerla.

¿Cómo lidiar con estos sentimientos? (Kumiko x Reina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora