¿Cómo lidiar con estos sentimientos? (Kumiko x Reina)

Tu recompensa

"Creo que ya sé cómo la voy a recompensar"

Fue el pensamiento que recorrió la mente de Kumiko en cuanto dejaba su máscara desprenderse frente a su novia, la chica a quien quiere demasiado, tanto que la vuelve loca no estar a su lado en horas de estudio. Reina ha sido un gran apoyo y fortaleza para ella en los últimos meses considerando todo lo que ha pasado, razón por la cual está decidida en recompensar a la pelinegra con algo que la deje estupefacta y, quizás, sin aliento.

De esta manera, Kumiko comenzó su plan para sorprender a su novia. No tenía una idea base por el momento, pero trataba de tomar en cuenta todo lo que a Reina le gustaba y alguna que otra idea loca por ahí. Quería que la joven de ojos púrpura quedara satisfecha por mucho tiempo con aquel regalo.

—No puede ser comida... — susurró a medida que recorría el centro de la ciudad, pasando los restoranes y centros de comida local. — quizás algo un poco más... maduro sea de su agrado.

Y eso fue lo que decidió. Sabía que en el fondo Reina amaba verla con poca ropa, pero quizás nunca haya pasado por su cabeza el verla usando ropa interior especial.

—Quizás sí pueda ser comida... — pensó en voz alta mientras sonreía.

Kumiko había decidido darle aquella sorpresa el fin de semana y, al ser miércoles, debía apresurarse con los preparativos. Reina tenía unos trámites que arreglar durante la semana por lo que ha estado un tanto estresada; a nadie le gustaría esperar largas horas bajo el sol en Tokio después de todo. Ante la memoria de una sudorosa Reina, Kumiko entró a la lencería para escoger su atuendo sorpresa. La verdad le resultó difícil decidirse por uno al enfrentarse a la amplia variedad de combinaciones; por otro lado, una de las asistentes de venta de la tienda notó su problema e intentó ayudarla.

—¿Qué es lo que buscas exactamente? — preguntó amablemente.

—Bueno, quiero algo que sorprenda a mi pareja... es una sorpresa — dijo un tanto ruborizada.

—Mmm... — la asistente la quedó mirando unos segundos — ¿Su pareja es una chica?

—¿Eh? — el que dijera "chica" la descolocó por un momento, no porque fuera una mujer, sino porque fue la primera opción que se le ocurrió a la joven.

—¿Me equivoco? — preguntó curiosa.

—N-No, en realidad sí es una mujer, solo me sorprendió que lo adivinara al primer intento... — rio de manera nerviosa.

—Oh, lamento si la hice sentir incómoda, solo presentí que ese era el caso.

—No se preocupe, hehe... — secó un poco del sudor que se había acumulado en su frente, aquel era un día bastante cálido.

—Bien, ahora que sé que su pareja es una mujer, creo saber muy bien el tipo de atuendo que desea...

—L-Lo dejo en sus manos...

Luego de un par de horas, Kumiko decidió que tenía lo necesario para compensar a Reina durante el fin de semana, por lo cual puso en marcha su plan. Sin embargo, pareciera que los días no querían pasar, recién era viernes. Las horas se le hacían eternas al igual que los días y, para empeorar las cosas, Reina andaba de muy mal humor desde comienzo de semana. Kumiko supuso que era debido a su periodo, y así resultó ser. Afortunadamente, aquel proceso no duraba mucho para Reina, por lo que esperaba que no estropeara sus planes del fin de semana. O eso pensó.

—¿Qué quieres decir con que debes irte durante el fin de semana?

—Lo siento mucho, Kumiko — el rostro de Reina mostraba molestia por la situación — es un asunto familiar y no puedo escapar de esto... — suspiró, derrotada.