Wild souls: Quédate conmigo [TERMINADA]

Capitulo 8

Y he aquí un nuevo cap!!!!!! n.n 

Como he dicho en otras obras que llevo activas, comenzaré a dedicar los caps a quienes dejen los comentarios más largos, así que he aquí mi dedicación a quien tenga el comentario más largo XD jajajajaja

Espero disfruten del cap!!! Que no me he tardado tanto esta vez XD 

Saludos a todos y espero que hayan tenido una bonita Navidad n.n y que tengáis un prospero año nuevo!!!!!!!! Yo por mi parte voy a dedicarme a intentar actualizar lo más rápido posible ya que he entrado en vacaciones de verano!! AL FIN!!!!!!! 

Bye bye n.n

Había pasado toda la tarde encerrado entre aquellas cuatro paredes, yendo de un lado para el otro, preguntándose qué era lo que Matt había llegado a pensar dentro de su mente, pero nada llegó a la de él y estaba más que seguro que Matt no abriría la boca para contarle cuales eran las noticias que tenía para darle.

Llegó hasta pensar que se terminaría volviendo loco si llegaba a pasar más de tres días entre aquellas cuatro paredes y su lobo interior estuvo muy de acuerdo con su pensamiento. No pasaría más de aquella noche allí dentro.

Cerca de la medianoche, la puerta de su habitación se abrió, mientras él se encontraba sentado en el alfeizar de la ventana con una de sus piernas sobre este mientras que la otra colgaba hacia dentro de la habitación, mirando hacia el bosque, oliendo sus olores, observando cómo de vez en cuando los lobos que circulaban delante de su vista le echaban una mirada para ver si se encontraba aún allí. No giró su rostro, sabiendo perfectamente que se trataba de Matt.

–Me han dicho que ni siquiera has querido comer –le dijo Matt mientras escuchaba que este apoyaba algo sobre la pequeña mesa que decoraba la habitación.

–No tengo hambre –le contestó cortante y aun sin siquiera mirarlo.

Lo oyó suspirar e incluso comenzar a comer.

–Pues yo comeré. No he probado bocado en todo el día.

El olor a comida comenzó a llegar a sus fosas nasales, provocando que su estómago rugiera. Era una completa mentira que no tenía hambre. Más aun percatándose de que se trataba de estofado, su comida favorita, pero aun así, su orgullo era más fuerte que su hambre.

–Sino lo comes ahora se enfriará y sabes perfectamente que un estofado frío no es rico –le dijo Matt minutos después, cuando lo escuchó apoyar el cubierto con el que había comido.

–¿Por qué decidiste protegerme? –le preguntó de pronto, rompiendo el silencio que se había formado entre ambos.

Pero aun así, a pesar de que había hecho aquella pregunta que le había estado carcomiendo el cerebro durante casi toda la tarde, no se giró para mirarlo y saber si lo que le decía era cierto o no. Después de todo, nunca lo sabría. Ambos habían cambiado. Ambos eran completamente extraños el uno para el otro.

–Supongo que a pesar de que hemos crecido separados, aun una parte de mi sigue conectada contigo –lo oyó suspirar –Nunca quise que te mataran Blake.

–Odio esto –comentó apretando fuertemente sus manos, las cuales tenía una sobre su pierna y otra apoyada en el alfeizar.

–¿Qué es lo que odias?

Blake giró su rostro y lo miró, percatándose recién allí que la remera de mangas cortas que llevaba puesta, blanca, ya no era completamente de ese color, sino que estaba cubierta de sangre. Sus ojos se abrieron de par en par.