Todos habían comenzado a llegar pasados el mediodía del día siguiente, dando sus condolencias a pesar de que todos allí sabían que no las merecía, porque después de todo, se habían enfrentado y uno de ellos había salido ganador. Incluso sabían que dar una ceremonia como aquella no era la obligación del nuevo Alfa, pero lo había hecho, porque después de todo, había sido un familiar importante y querido por algunos y odiados por otros.
Miró detenidamente a todos los que llegaron. A todos los que se hicieron presente a aquella reunión. Un grupo lo miró con rabia y recelo, después de todo, habían creído que Peter ganaría. Pero no lo hizo.
No se hizo con la esperanza de que Matt iría, porque después de todo, sabía que no lo haría. Así como había aparecido para protegerlo, sería como desaparecería. De la nada. Y a pesar de querer creerse que debía de dolerle, no lo hacía.
Matt merecía el espacio, el tiempo y todo lo que quisiera para volver por él solo. Porque él lo quisiera. Y Blake lo estaría esperando. Lo haría, ya que era el Alfa y debía de quedarse allí para toda la vida.
Pero no quería que fuera porque su vida corría peligro. No. Eso ya lo había hecho y ya había mostrado que a pesar de que nunca había llegado a ser su Beta, lo cuidaba desde las sombras. Solo esperaba que algún día dejara esas sombras y compartiera lo que les quedara de vida a su lado.
Saludó a todos con una leve venia de su cabeza, mientras que los de su manada se arrodillaron frente a él, mientras caminaba delante de ellos, en señal de que se había convertido en el nuevo Alfa. Él no dijo nada. No dijo que no le gustaba aquello. Que le mostraran el respeto que no merecía. No luego de haber matado a su propio tío, pero no lo dijo. No podría hacerlo.
El día fue pasando. El tiempo.
Por la noche Blake decidió hacer algo que marcaría el cambio en la manada, en lo que siempre habían pensado. En lo que eran.
Reunió a todos. Les informó sobre los cambios, agregando de quien quisiera salirse de la manada tenía el derecho. Fabio sería restablecido y su manada tendría el pase libre al pueblo y a cualquier lugar que le perteneciera. Sería una Alianza. Una alianza que tendría que ni siquiera haber existido, porque después de todo, su padre no tendría que haberlo sacado de la manada solo porque no sintiera amor por alguna mujer y si por un hombre.
Blake habló y habló, como un verdadero Alfa, un verdadero líder, lo cual asombró a varios y otros decidieron irse, sin siquiera enfrentarlo como lo habían planeado. Blake no era el mismo. No era el niño débil y perdido que había parecido días atrás. No estaba más.
Los días fueron pasando y pasando y sin darse siquiera cuenta, la fiesta flúor llegó.
Blake ya se encontraba en sintonía con todo. Las heridas se le habían curado ya hacía algunos días y solo quedaban pequeñas sombras de lo que habían sido.
No había habido señales de Matt, ni siquiera de Barb. De nadie y cuando fue a preguntarle a Fabio, y así tambien terminar con el Tratado y unirse sin necesidad de uno, este le dijo que se habían marchado el mismo día que se habían enterado que él había ganado.
Y a pesar de que le había dolido, no dijo nada. No se quejó. No se enojó, porque después de todo, era lo que se había imaginado que sucedería. Pero le molestaba que por lo menos ni un "Adiós" hubiese dicho.
Llegó temprano a la fiesta, encontrándose así con su Beta y demás chicos.
Poco a poco la gente fue llegando y así comenzó a pasar la noche, hasta que un aroma particular había llegado a su sentido. Se giró, intentando encontrarlo, cuando lo vio en la puerta de salida. Se había girado para irse, así que con esfuerzo y empujando levemente a la gente que lo había estado rodeando, llegó a la salida.
Pero no lo vio. No lo encontró.
–¿Me estabas buscando? –le preguntó una voz a su espalda y se giró, encontrándose así con los ojos oscuros de Matt.
–Creí que te habían ido.
–Y lo hice –le contestó sinceramente y se acercó a él –Pero no podía irme por completo sino me despedía apropiadamente de ti.
–¿Te irás? –le preguntó con una opresión en su pecho por aquellas palabras que no pudo decir nada más, solo mirarlo, con dolor.
–Lo necesito –le contestó y tomó sus dos manos entre las suyas.
Matt las observó hasta que levantó la mirada y se volvieron a conectar sus ojos.
–Lo necesito para dejar todo atrás. Necesito volver por mi propia voluntad. Porque yo lo quiero, no porque me sienta obligado a volver. Aún hay heridas que debo de sanar –le dijo sin quitar su mirada de él.
Blake sabía que a él le dolía tanto como a él mismo.
Blake apretó levemente sus labios.
–Entonces te esperaré el tiempo que sea necesario.
–No tienes porqué.
–Lo tengo –le dijo seguro y una leve sonrisa ladina se formó en los labios de Matt.
–Puede llegar a ser mucho tiempo.
–Aunque sea todo el tiempo del mundo, te esperaré.
Matt poco a poco fue acercando su rostro al de Blake, hasta que sus labios se unieron en un casto beso.
Y cuando se separó, ambos abrieron los ojos, perdiéndose en los ojos del otro.
–Lo siento.
–No sientas algo de lo que no tienes la culpa –se susurró y le volvió a dar un casto beso en los labios –Te esperaré el tiempo que sea necesario –repitió para asegurarse de que sus palabras le habían llegado.
–Te amo –le susurró Matt antes de soltarle las manos, girarse y comenzar a caminar hacia delante.
–Yo tambien te amo –susurró Blake, sabiendo que Matt sería capaz de escucharlo.
Y así fue como la figura de Matt se perdió entre los adolescentes que llegaban tarde a la fiesta, entre los que iban y venía.
Aquella imagen nunca se borraría de la mente deBlake. No hasta que él volviera.
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Wild souls: Quédate conmigo [TERMINADA]
Hombres LoboAmar duele. Ser Alfa también. ¿Acaso no se puede amar y ser Alfa a la vez? Nunca había pedido aquello para su vida. Nunca quiso que pasara todo lo que había sucedido. Nunca quiso... que lo alejaran de él, solo por... amarlo. Y si tan solo no lo hubi...