Wild souls: Quédate conmigo [TERMINADA]

Capitulo 4

NUEVO CAPITULO!! Esta vez por parte de el otro personaje n.n Espero lo dsifruten, comenten y voten!!!!!!

Bye bye n.n

Matt

Lo había visto pero no se había movido ni tampoco había ido tras él. No era el momento, no mientras que su reloj iba cuenta hacia atrás. Tenía poco tiempo, lo sabía, y no había ido allí para verlo, o por lo menos no para aquello lo habían enviado allí.

Todo el plan, todo lo que tenía que hacer, se lo había dicho a Fabio, quien sabía que podía darle una mano sin que Blake se enterara. Lo mejor para él hubiese sido que ni siquiera se hubiese percatado de su presencia allí, pero no había tenido opción. Había tenido que actuar si no quería verlo muerto, porque aunque su padre había odiado desde que lo habían sacado de la manada, al padre de Blake y a Blake mismo, él sabía que en parte, no había sido su culpa, o por lo menos eso era lo que quería pensar.

Se sentía algo mejor al contarle aquello a Fabio y que este aceptara proteger a Blake aunque este no lo supiera, aunque no se vio muy motivado a hacerlo todo el secreto y que él no se viera con su "mejor amigo de la infancia".

No quería tenerlo cerca. Ni siquiera quería verlo, pero había tenido que hacerlo y tenía que hacerlo.

Prefería quedarse en las sombras, viendo que la única persona que le había interesado en toda su vida, estaba a salvo, aunque él mismo hubiese sido enviado para asesinarlo.

-¿En qué piensas?- le preguntó su compañera mientras él iba conduciendo hacia el centro.

La rubia que se encontraba a su lado, se colocó el cabello detrás de su oreja mientras no dejaba de contemplarlo.

-En nada en especial- le contestó encogiéndose de hombros y volviendo su mirada hacia el frente.

-¿Estabas pensando en él?- preguntó con una sonrisa divertida en sus labios y lentamente comenzó a acercar una de sus manos al muslo más cercano a ella.

Matt dirigió su mirada hacia la mano cuando la sintió, pero no dijo nada, ni tampoco la miró.

-Dime... Matt...- preguntó seductoramente mientras bajaba y subía su mano por su pierna lentamente- ¿Cuánto te pone Blake?- preguntó pero no recibió respuesta- ¿Te pones duro cuando piensas en él?- y con aquella pregunta, sintió la mano de ella en su zona privada, lo que provocó que la asesinara con la mirada y ella se alejara como si el toque sobe él le quemara.

Los ojos de Matt habían adquirido el tan conocido color amarillento que tomaban los ojos de los cambiantes cuando se transformaban en lobos.

-¡Oye!- se quejó ella y se acomodó en su asiento- Solo preguntaba.

-Sabes que no te contestaré Bárbara, no sigas preguntando si sabes que mi respuesta no será ni sí ni no- le contestó molesto y volvió su mirada hacia el frente.

Habían dejado atrás el bosque y poco a poco iban ingresando a la ciudad.

-Solo estaba jugando- le contestó cruzándose de brazos y haciendo un leve puchero que él no contempló.

La oyó suspirar cuando ya se encontraban cerca del lugar donde irían.

-¿Qué sucede?- le preguntó sin mucho entusiasmo, pero sabiendo que su amiga no dejaba salir un suspiro de sus labios a menos que algo no le gustara.

-Sabes que no me gusta para nada la idea que tienes- le contestó sinceramente.

-Lo sé, pero es lo único que tuve tiempo de hacer.

-Ellos se enterarán Matt. Siempre lo hacen y aunque quieras protegerlo, él... otro vendrá a ocupar tu lugar cuando se enteren y créeme, no estarán contentos contigo tampoco. ¿Y si mandan a alguno a matarnos?

-Si lo hace, lo mataré antes, no te preocupes.

-Lo dices como si todo fuera tan sencillo y como si... matar fuera una cosa... fácil y sin sentimientos. ¿Acaso matas por placer?

Matt rodó los ojos mientras giraba el coche hacia la derecha.

-No digo como si me encantara andar matando gente por ahí Barb, pero si hay que hacerlo, no lo voy a dudar, porque después de todo, son ellos o nosotros y la verdad, prefiero que sean ellos antes que nosotros.

-Tienes razón, pero...- la vio cruzar sus manos algo nerviosa- Sabes que ellos... son mi manada... si ellos se enteran... yo... yo quedaré...

-No te preocupes- le dijo colocando una de sus manos sobre su hombro- Fabio me ha dicho que no tiene problema en que te unas a tu manada, después de todo, haces esto por el bien de un alfa, y eso es ya decir mucho.

-Thomas es mi alfa Matt... y...

-Thomas te dejó cuando conoció a Sabrina y aun así tú seguiste siendo el perrito faldero de él. ¿Cuándo vas a entender que él estará feliz de saber que decidiste darle la espalda y que por ello tiene un buen motivo para desterrarte e incluso matarte?

-Lo sé... Lo sé- le contestó agachando la cabeza- Pero... aun así...

-Sé que te sientes mal por todo lo que estoy haciendo, sé que te he arrastrado conmigo, cuando no tenías porqué aceptar, pero ahora estamos juntos Barb. Juntos podremos con él y con los de la manada si es necesario. Nunca te daré la espalda.

-Incluso... incluso si tienes que elegir.

Matt paró el coche, dado que habían llegado donde tenían que ir.

Se quedó mirando hacia el frente, en puro silencio.

-Creo... Creo que con tu silencio ya me lo has dicho- comentó algo dolida y abrió la puerta.

-Si llega...- comenzó a decir- Si llega ese momento... no te dejaré.

Barb sonrió levemente, pero no feliz.

-Ya lo veremos- terminó diciendo para luego salir del coche y dirigirse hacia el edificio del colegio dado que allí había sido donde habían ido.

***

Blake

No salía de su asombro. No. Le era imposible.

¿Cómo era posible que aquella rubia teñida y rastrera con todos estuviera tan pegada a la única persona que siempre le había importado? ¿Por qué? ¿Qué había hecho en su anterior vida para merecer aquello?

Aunque la verdad era que no necesitaba hablar de una anterior vida cuando su familia se había encargado de hundir a la familia de él. De Matt.

Sabía que él no tenía la culpa. Lo sabía, porque él no había sido participe de nada, pero tambien se sentía culpable, porque había dejado que pasara. ¿Tan tonto había sido de ni siquiera ver lo dolido que había visto a Matt el último día en que se habían saludado para despedirse? ¿Tan idiota había sido de no ver cómo su padre aceptaba aquella decisión sin siquiera pensarlo?

No era tan distinto a lo que siempre había sido su padre. No. No lo era porque aun viéndolo allí, bajando las escaleras con ella colgando de su brazo, no era capaz de acercarse a él.

Tenía miedo. Miedo al rechazo de él y de sentirse nada. Porque sabía que si lo rechazaba terminaría sintiendo eso. Nada.

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